Científicos descubrieron en Australia un intrigante secreto subterráneo: oculto bajo el moderno paisaje de Nueva Gales del Sur, encontraron lo que podría ser la estructura de impacto de asteroide más grande jamás conocida en la Tierra, según un reciente artículo de The Conversation.
El famoso meteorito que extinguió a los dinosaurios se conoce como Chicxulub e impactó en Yucatan hace 66 millones de años y contaba con un ancho de unos 170 kilómetros aproximadamente. El mismo es el que extinguió un 75% de las especies en la Tierra en su momento.
El descubrimiento que se realizó en Australia revela que el Chicxulub ahora sería el tercer cráter de mayor tamaño. En segundo lugar quedaría el cráter Vredefort, ubicado en Sudáfrica con un tamaño de unos 300 kilómetros de diámetro. El primer lugar en tanto a tamaño luego del nuevo descubrimiento sería ocupado por el reciente hallazgo realizado en Australia, que tendría un ancho de 520 km.
Los geólogos Andrew Glikson y Tony Yeates nombraron al probable cráter “Deniliquin”. Este se localiza en lo profundo del territorio de Nueva Gales del Sur, Australia. Los científicos estudian la estructura desde 1995, cuando investigaciones magnéticas revelaron un patrón ondulado simétrico fuera de lo común. En los últimos años dados los avances tecnológicos, los esfuerzos de los geólogos aumentaron para poder finalizar la revelación del área.
Ambos científicos afirman que la confirmación de la existencia de la estructura llegará cuando puedan perforar a profundidad y obtengan las muestras correspondientes. A modo comparativo, en la huella de impacto más grande del planeta, entraría la ciudad de Río Gallegos alrededor de 9 veces.
El geólogo Andrew Glikson en un artículo para The Conversation, amplió informando que el impacto podría haber ocurrido hace 460 millones de años, cuando Australia por ejemplo formaba parte del supercontinente Gondwana. Y que al igual que el Chicxulub, que ocasionó la extinción de un 75% de las especies en su momento, el Deniliquin habría eliminado un 85% en su periodo.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia