Una científica ambiental, la doctora Shanna Swan, advierte en su nuevo libro que los penes se encogen y los genitales se deforman debido a la contaminación. En su texto, llamado “Count Down” también detalla los desafíos los que se enfrenta la reproducción humana.

 

En este sentido, la doctora Swan indica que la humanidad se enfrenta a una “crisis existencial” en las tasas de fertilidad como resultado de los ftalatos, una sustancia química utilizada en la fabricación de plásticos que afecta el sistema endocrino productor de hormonas. Como resultado de esta contaminación, un número creciente de bebés nacen con penes pequeños, asegura Swan.

 

 

La investigación de la profesional comenzó examinando el síndrome de ftalato, algo observado en ratas que descubrió que cuando los fetos estaban expuestos a la sustancia química, era probable que nacieran con los genitales encogidos.

 

Descubrió que los bebés humanos varones que habían estado expuestos a los ftalatos en el útero tenían una distancia anogenital más corta, algo que tenía relación con el volumen del pene.

 

El químico en cuestión tiene un uso industrial para hacer que los plásticos sean más flexibles, pero la doctora Swan dice que se está transmitiendo a los juguetes y alimentos y, por tanto, dañando el desarrollo humano.

 

Los ftalatos imitan la hormona del estrógeno y, por lo tanto, interrumpen la producción natural de hormonas en el cuerpo humano, lo que los investigadores han relacionado con la interferencia en el desarrollo sexual de los bebés y los comportamientos de los adultos.

 

Asimismo, cree que la rápida disminución de la tasa de fertilidad significa que la mayoría de los hombres no podrán producir espermatozoides viables para 2045.

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