La canciller alemana Angela Merkel finalmente dejará el cargo que ocupa desde el año 2005. En este marco, más de 60 millones de votantes eligen este domingo a sus representantes en el Parlamento del país bávaro.

En estos comicios, los socialdemócratas (SPD) están ligeramente por delante, con un 25%, de los conservadores, entre un 22% y 23%, un resultado históricamente bajo, según las últimas encuestas.

En medio de las votaciones, las cámaras estuvieron puestas en el candidato de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Armin Laschet, que cometió un error al no ocultar su boleto ante las cámaras como estipula el código electoral, por lo que su papeleta podría ser invalidada.

“Cada voto cuenta” porque está en juego “la orientación de Alemania para los próximos años”, declaró Laschet después del insólito yerro.

La principal contrincante de Laschet es el socialdemócrata Olaf Scholz, que es optimista con los resultados de la centroizquierda, formación que ha remontado los sondeos de manera inesperada desde el verano boreal.

Por su parte, la aspirante de los VerdesAnnalena Baerbock, de 40 años, señaló que: “hoy es una fiesta de la democracia. Toda Europa nos está mirando”.

Hasta hace pocos días, todavía cerca de un 40% de los electores seguían indecisos en estos comicios cruciales, que marcan el fin de los 16 años de Angela Merkel al frente de la primera economía europea.

El nombre del futuro canciller y la composición de su probable mayoría corre el riesgo de no conocerse la noche del domingo. Todo indica que serán necesarias largas e intensas negociaciones para formar una coalición, por lo que podría producirse una parálisis europea hasta el primer trimestre de 2022.

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