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El futuro de la Bombonera, uno de los estadios más emblemáticos del mundo, podría estar en riesgo. La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires está evaluando un proyecto de ley que, de aprobarse, prohibiría cualquier tipo de remodelación o ampliación del estadio Alberto J. Armando. Esta medida surge a partir de una propuesta impulsada por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien busca incluir al mítico estadio en el Catálogo Definitivo de Inmuebles Protegidos, restringiendo así las obras de expansión que el club Boca Juniors tiene planeadas.
La protección del estadio y sus alrededores
El proyecto de ley presentado por el PRO el 16 de septiembre de 2024 incluye la protección de 4.276 construcciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre las que se destaca la Bombonera. De ser aprobada esta normativa, no solo afectaría la posibilidad de realizar modificaciones estructurales en el estadio, sino también impactaría en las propiedades ubicadas sobre la calle Del Valle Iberlucea, área clave para el plan de ampliación de Boca Juniors. Esta zona es necesaria para aumentar la capacidad del estadio, que actualmente no puede albergar a todos los socios e hinchas que desean asistir a los partidos.
Aunque la propuesta apunta a preservar edificios históricos y simbólicos de la Ciudad, las autoridades del club, lideradas por Juan Román Riquelme, consideran que esta decisión afecta directamente los intereses de la institución y de sus aficionados, quienes han estado esperando por años la modernización del estadio.
La respuesta de Boca Juniors
Ante la amenaza que representa este proyecto para los planes de expansión, Boca Juniors no se quedó de brazos cruzados. En un rápido accionar, la dirigencia envió una carta formal a las comisiones de Planeamiento Urbano y de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura, solicitando que el estadio sea excluido del Catálogo de Inmuebles Protegidos. El club argumenta que ya existe un proyecto en estado parlamentario desde 2023 que contempla la ampliación de la Bombonera, y que esta iniciativa de preservación llega en un momento inoportuno para los planes de reforma.
En el comunicado, Boca destaca que, aunque consideran un honor que el estadio sea reconocido como un bien cultural de alto valor, la inclusión en la lista de inmuebles protegidos entorpecerá las obras que tienen como objetivo aumentar la capacidad del recinto. Actualmente, la Bombonera cuenta con aproximadamente 54.000 asientos, pero la demanda supera con creces esa cifra, especialmente en partidos clave de la Liga Profesional y la Copa Libertadores.
Proyectos en juego
La ampliación de la Bombonera ha sido uno de los principales objetivos de la dirigencia de Boca desde hace años. Entre los proyectos más conocidos se encuentran el plan “Esloveno Plus“, que incluye la compra de terrenos aledaños para ganar más espacio, y la propuesta “Bombonera 360“, que buscaría rodear completamente el estadio con tribunas adicionales. Incluso Riquelme ha presentado una alternativa propia que no ha sido descartada.
Por otro lado, sectores de la oposición dentro del club han propuesto la opción más radical: trasladar el estadio a otra ubicación, aunque esta idea siempre ha sido recibida con rechazo por gran parte de la hinchada.
La batalla legal y política
El debate ahora se traslada a la Legislatura Porteña, donde el destino de la Bombonera se decidirá en las próximas semanas. La decisión que tomen los legisladores podría marcar un antes y un después en la historia del club. Mientras tanto, la dirigencia de Boca mantiene sus gestiones para evitar que el estadio sea protegido antes de que se puedan concluir las obras de ampliación.
El futuro de la Bombonera está en juego, y la lucha por mantener el equilibrio entre la preservación del patrimonio y el desarrollo de uno de los clubes más importantes del fútbol argentino sigue generando tensiones tanto en el ámbito deportivo como en el político.
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