Mario Velasco, un querido vecino de Gaiman, Chubut, fue uno de los 7 mil trabajadores de Correo Argentino que se quedó sin trabajo en el marco de la “reestructuración” que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei. El trabajo fue despedido a solo 4 años de jubilarse.
Mario no solo era un cartero, era una parte integral del pueblo. Su sonrisa, su amabilidad y su compromiso con su trabajo lo convirtieron en una figura querida y respetada por todos. Incluso cuando el peso de la correspondencia excedía su capacidad, Mario recurría a una carretilla para llevarla a destino. Ni siquiera un río cortado lo detenía: él se encargaba de cruzarlo para que sus vecinos recibieran sus cartas y encomiendas.
Al conocer la noticia de su despido, la comunidad de Gaiman se movilizó para brindarle un cálido homenaje. Convocaron a todos a dejarle un mensaje en el buzón de la sucursal, expresando su agradecimiento por su servicio y su cariño. Los mensajes no tardaron en llegar, llenos de elogios, anécdotas y palabras de aliento.
“Siempre atendiendo con el mayor de los respetos, muy atento y servicial. Ojalá pudiera haber un ‘Mario’ en cada pueblo, en cada ciudad. Te vamos a extrañar en el correo. Que tristeza”, destacó una vecina.
“El que se tomaba el trabajo de llamar al celular cada vez que nos llegaba algo. El que nos guardaba las sorpresas en Navidad o en los cumples para sorprender a nuestros peques. Que injusto”, agregó otra.
El viernes 24 de mayo será el último día que Mario pise el correo y salga a repartir la correspondencia. Sin embargo, su legado quedará grabado en el corazón de Gaiman. Su historia es un recordatorio de la importancia del trabajo humano, la dedicación y la conexión con la comunidad.
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