A mediados de marzo y luego de 14 días de intensa búsqueda, lograron hallar el cuerpo de Javier Barria, el bombero de Gobernador Gregores que estaba desaparecido en el lago Cardiel desde aquel 27 de febrero, cuando un grupo de kayakistas fue arrastrado por las gélidas aguas.

 

El hallazgo del cuerpo de Javier se sumó a los tres fallecimientos de esa trágica jornada: Daniel Barria -presidente del Concejo Deliberante local-, Elsa Martínez -vecina de Gregores-, y Marilena Bossio -veterinaria de 26 años que había venido al sur en busca de trabajo y murió al salvar a Mateo, sobrino de los Barría-.

La familia Barria

El joven bombero era hermano de Daniel y de Claudio Barria, diputado provincial que logró sobrevivir ese día. “No me gusta mucho hacer publicaciones, pero quiero que sepan que hicieron mis hermanos y porqué yo los considero mis héroes“, comenzó escribiendo sobre ese fatídico día el legislador a través de su cuenta de Facebook.

 

“Ese día que Mateo -su sobrino- era llevado por las olas adentro del lago, yo y mi hermano Yiyo salimos corriendo hacía el. Mi hermano se largó a nadar y yo agarré una tabla de esas q se usan ahora, dónde podés remar parado. Cuando Yiyo vio que yo podía llegar antes a Mateo regresó a la orilla. Yo me acosté en la tabla y con los brazos remaba para llegar a él. Nunca agarré un salvavidas ni lo pensé en ese momento”, contó.
“Resulta -continuó- que tampoco fuimos los únicos que reaccionamos en ese momento. Una chica de Córdoba que no conocíamos tuvo la misma reacción, cuando logró llegar a Mateo ella, Marinela, estaba con él: Mateo en una tabla y ella en un kayak. Ella lo sujeta luego de ponerle el chaleco y yo me pongo por detrás de ellos para ayudarlos a llegar a la orilla. Íbamos avanzando, pero en un momento a mi sobrino se la da vuelta la tabla y yo suelto la tabla en la que iba para agarrarlo, lo subo al kayak de Marinela. Cuando me quiero agarrar del kayak donde estaban ellos dos, la tormenta los aleja 2 metros o más de donde yo estaba. Intento nadar para alcanzarlos pero fue imposible”, detalló el diputado acerca del momento en el que la veterinaria cordobesa salvó la vida de su sobrino y luego falleció.
Barría contó que,  en ese momento, “decido regresar a la orilla pero tampoco podía llegar. Las olas y el viento no me dejaban, estaba nadando a la deriva y ahogándome. Pensé en ese instante que ya estaba, que había llegado mi hora no podía hacer nada, cuando escucho a Dani, mi hermano que gritaba aguantá, tele aguantá!! Venían con Javi en un kayak los dos y traían un chaleco, yo llorando antes de subir con ellos les digo: pensé q me moría.  Dani me dice: ‘Tranquilo estamos acá’”.
Sería el principio del fin para los héroes Barría. “Me subo al kayak con ellos y se nos da vuelta. En el agua me ayudan a poner el chaleco Javi de un lado, el negro del otro. Recuerdo q el chaleco no me abrochaba porque era para niño. Cuando con Dani queremos dar vuelta el kayak para subirnos, lo levantamos y el viento lo arroja como a tres metros de nosotros, no podemos llegar”.

“Encontraron a Javier Barría. El adiós al héroe”. Tapa de La Opinión Austral del 15 de marzo del 2021.

 Relató así que fue en ese momento en el que Daniel “dice: ‘nademos para allá’ y apunta el Cerro Puntudo. Yo empiezo a nadar pensando que los tres íbamos en esa dirección. Por momentos me resultaba imposible pensé q nunca iba a llegar. Miré dos veces para atrás y a mi alrededor y nunca los vi. Otra ves pensé que no iba a salir vivo. Después de nadar más de una hora empiezo a ver la orilla y sabía que lo podía lograr. Pienso: yo lo logré seguro que ellos también porque de los tres soy el peor nadador. Resulta que ellos nunca pudieron, todavía no lo puedo creer. Nada puedo creer!!·, se lamentó.
En ese tramo del relato, el legislador recordó con afecto a sus hermanos y la solidaridad que los caracterizaba. “El negro nuestro orgullo el único de los 8 hermanos que pudo ser profesional y lograr su título con tanto sacrificio. Javi, mi debilidad, mi amigo, el que estaba para todos“.
“Recuerdo todavía cuando le organizó con sus amigos un cumple al nene de un compañero de trabajo porque no tenía plata el para hacerlo. Así era  él, como mi vieja. Siempre para todos. ‘Mamá haceme unas pizzetas, yo compro las gaseosas, que lo parió que buen pibe eras!! No hay días q no derramé una lágrima por ustedes. Ya venía de antes con mi gordo que también se fue muy rápido, pero está vez fue doble y se fueron mis amigos”, expresó.
Finalmente, agregó: “Seguir hay que seguir, pero ustedes cambiaron todo, ya nada será igual. Esos eran mis hermanos, gente de bien con un corazón enorme, no puede ser tan injusta la vida con gente así! Quiero pensar que están bien, solo para que duela menos, pero los que estamos acá quedamos muy rotos!!!”, cerró.

Leé más notas de La Opinión Austral