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Lo que parecía un siniestro de tránsito más, terminó revelando una trama mucho más oscura. El cuerpo de un hombre fue hallado con una herida de bala que pasó desapercibida durante casi cuatro días. La Justicia investiga un posible homicidio.
Santa Cruz volvió a quedar envuelta en un halo de misterio tras un hecho que, en apariencia, era solo un accidente vial. Sin embargo, el hallazgo de un disparo en la cabeza de la víctima durante la autopsia cambió por completo el rumbo de la investigación y encendió todas las alarmas judiciales.
El episodio ocurrió el fin de semana pasado en Gobernador Gregores y tiene como protagonista a un hombre de 30 años, extrabajador minero, que había sufrido la amputación de su brazo izquierdo en un accidente laboral. Producto de esa lesión, había recibido una importante indemnización con la que adquirió una camioneta Jeep Grand Cherokee automática, el vehículo involucrado en el hecho.
Según pudo reconstruir La Opinión Austral, el sábado por la tarde, el hombre circulaba por la avenida Circunvalación, en el sector norte de la ciudad, cuando perdió el control del rodado y colisionó contra el guardarraíl y un poste de alumbrado público. El impacto fue tan fuerte que la camioneta terminó bajo la banquina. Todo indicaba que se trataba de un nuevo accidente causado por un posible error humano.
Personal del Cuartel N°10 de Bomberos de la Policía de Santa Cruz acudió rápidamente al lugar. Con eficacia y profesionalismo, los agentes que se movilizaron en la Unidad de Rescate 1143 lograron rescatar al conductor con vida y lo trasladaron junto al equipo médico del hospital local para su atención inmediata. La noticia del rescate fue confirmada por el portal oficial de la Superintendencia de Bomberos.
La víctima tenía el brazo izquierdo amputado y el disparo ingresó por el parietal izquierdo.
Una vecina de la zona, Nélida Sanabria, fue testigo de la intervención y destacó el trabajo articulado de las fuerzas. “Muy buen trabajo y rápido. Justo pasábamos y vimos todo el accionar: la policía cortó la calle enseguida, la brigada trabajó con rapidez, llegó la ambulancia… Todos en conjunto. Espero que la persona o personas estén fuera de peligro. Viendo cómo quedó ese vehículo, el impacto fue muy fuerte”.
Pero lo que parecía un episodio cerrado dio un vuelco inesperado. Este martes, durante la autopsia practicada en Río Gallegos, se halló un orificio de bala en el cráneo del hombre, con ingreso por el parietal izquierdo. El disparo no había sido detectado ni por el personal médico ni por los primeros intervinientes en el lugar del accidente. Según confirmaron fuentes judiciales, esa herida sería la causa del fallecimiento, por lo que la hipótesis de un accidente quedó en duda.
La causa quedó en manos del Juzgado de Instrucción N°1 a cargo de Anahí Mardones, misma jueza que intervino en la causa de Zulma Malvar en primer momento.
El caso quedó en manos del Juzgado de Instrucción N°1 de Puerto San Julián, que tiene jurisdicción sobre Gobernador Gregores. En razón del receso invernal del Poder Judicial, el juzgado está actualmente subrogado por la jueza Anahí Mardones, la misma que intervino en su momento en el resonante caso del femicidio de Zulma Malvar, uno de los crímenes aún sin resolver de la provincia.
La autopsia reveló un dato clave: el disparo ingresó por el lateral izquierdo del cráneo, lo que, sumado a la amputación del brazo del mismo lado, permitiría descartar, al menos preliminarmente, la hipótesis de un suicidio. Esto abre un abanico de posibilidades que van desde un asesinato premeditado hasta un ataque en movimiento.
En ese sentido, la investigación avanza para reconstruir los momentos previos al siniestro vial. Según pudo saber La Opinión Austral, testigos y registros dan cuenta de la posible presencia de un segundo vehículo en el lugar, poco antes del hecho. Se trata de establecer si ese rodado intentaba sobrepasar a la víctima o si desde allí se efectuó el disparo que acabó con su vida.
Por estas horas, la Justicia trabaja contrarreloj para determinar qué ocurrió realmente. La familia de la víctima exige respuestas. En el mismo sentido, la Justicia busca establecer y reconstruir las últimas horas del hombre en Gobernador Gregores hasta la autopsia en Río Gallegos. La gran incógnita sigue sin resolverse: ¿cómo es posible que durante más de 90 horas nadie haya notado que tenía un disparo en la cabeza?
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