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“¿Qué hacemos? ¿Vamos al after o vamos a ver el Mundial?” fue la pregunta que un grupo de amigos se hizo una mañana de noviembre de 2022, sin saber que esa decisión cambiaría el rumbo de sus vidas.
Era fines de noviembre de aquel año. El clima era agradable, y un grupo de jóvenes de Gobernador Gregores decidió continuar la “noche” después de pasar unas horas en un local nocturno. Su destino era la costa del río.
Esta es la historia de Ulises Guelet, un chico de apenas 20 años, delantero del club de fútbol Huracán, que perdió la vida en un incidente de tránsito que podría haberse evitado. Oriundo de Lago Posadas, Ulises estaba cursando su último año en la Escuela Agropecuaria. Aquella noche, su vida terminó trágicamente cuando la camioneta en la que viajaba chocó contra una palmera y volcó, provocando que saliera despedido y sufriera graves lesiones en el cráneo. Tres días después, tras tres cirugías, falleció en el hospital de San Julián.
Ulises era un apasionado del fútbol. Aquella noche había ido al local “Ibiza” con su primo y un amigo. A la salida, se encontraron con Mauro Pérez, un hombre de 41 años que los invitó a un after en la costa del río. Sin embargo, había un problema: la camioneta Hilux estaba llena, y solo quedaba espacio en la caja.
Fue entonces cuando surgió la frase con la que comienza esta historia. Los jóvenes optaron por la primera opción. Subieron a la caja de la camioneta, y la pesadilla comenzó a hacerse realidad. Pérez pisó el acelerador y comenzó a conducir a alta velocidad por la avenida.
El trayecto desde el local nocturno hasta el río era corto, de apenas unos pocos kilómetros, pero la velocidad excesiva comenzó a preocupar a todos. Incluso uno de los ocupantes que iba en el habitáculo testificó después: “Escuché cómo los chicos golpeaban la luneta para que bajara la velocidad“.
Ulises, junto a su amigo Giovanni y su primo Rodrigo Godoy, intentaban sujetarse a cualquier objeto para no salir despedidos del vehículo. Sin embargo, el desenlace era inminente.
El camino al río comenzaba con pavimento y luego se convertía en ripio. Según una de las versiones que circularon en ese momento, un auto se cruzó frente a Pérez, lo que hizo que perdiera el control de la camioneta. La combinación de la maniobra brusca y el ripio provocó que el vehículo chocara contra una palmera y volcara. Los jóvenes que iban en la caja salieron despedidos, y Ulises sufrió graves lesiones en el cráneo. Tres días después, tras tres cirugías, falleció en el hospital Lombardich.
En los momentos previos a la tragedia, Ulises planeaba regresar a Lago Posadas. Había viajado a Gregores para “llevar unas cosas” y, como tenía familia allí, decidió aprovechar la ocasión para salir a bailar con su primo. En la ciudad era conocido: había estudiado en la Escuela Agropecuaria durante su adolescencia y se había destacado por su habilidad con la pelota en el Club Sportivo Huracán. Incluso había viajado a España en 2017 para participar en la Copa Cataluña, un “mundialito de fútbol”, junto a su amigo Giovanni, quien resultó con el codo dislocado en el incidente fatal.
Tras el brutal suceso, Pérez permaneció apenas dos horas en el centro asistencial de Gobernador Gregores, donde le extrajeron sangre y tomaron una muestra de orina. “Así, sin más, agarró su campera y se fue a dormir a su casa“, recuerda hoy Eladia Guelet, madre de Ulises, sobre lo ocurrido aquella noche.
Dos años y cuatro meses después del siniestro que le arrebató la vida a su hijo, Eladia habló con La Opinión Austral para visibilizar su caso, exigir una fecha de juicio y una condena ejemplar contra Pérez, quien, desde el día del hecho hasta la actualidad, solo estuvo detenido menos de un mes por no haberse presentado ante la Justicia.
La causa ya fue elevada a juicio, pero el expediente permanece sin avances en la Cámara Oral. El delito en cuestión es: “homicidio culposo agravado por la conducción imprudente y antirreglamentaria de un vehículo automotor, por encontrarse bajo los efectos del alcohol y conducir con exceso de velocidad, superando el límite permitido“. Pérez podría enfrentar una grave pena, pero, hasta el día de hoy, no hay fecha para la valoración de pruebas en su contra. Por eso, Eladia eligió a La Opinión Austral para dar a conocer su reclamo.
Eladia vive en Lago Posadas junto a su hijo de once años. “Él se acuerda de su hermano. Tuvo que acompañarme y sabe todo lo que pasó. Quiero una fecha de juicio lo antes posible; esta es una tormenta de la que quiero salir“, expresó en declaraciones a este diario, refiriéndose a este capítulo triste que desea cerrar en su vida.
Respecto a Pérez, Eladia dijo: “Sigue suelto, haciendo su vida con total impunidad, como si no hubiera matado a nadie”. Según pudo saber este medio, el acusado se mantiene activo en las redes sociales, compartiendo imágenes de sus pasiones: los caballos y los autos.
La mamá de “Uli”, como ella llamaba cariñosamente a su hijo, relató los momentos previos al accidente: “Viendo el estado en el que quedó la camioneta, en la que este hombre se ofreció a llevar a mi Uli, provocándole la muerte. Ellos golpeaban la luneta de la caja, pidiendo que bajara la velocidad, pero él no les dio la opción de parar o bajarlos. Aceleró y aceleró hasta que chocó y volcó contra una palmera”.
Eladia destacó con indignación que Pérez no sufrió ni un rasguño en el accidente y que, apenas dos horas después, “se retiró del hospital de Gobernador Gregores por su cuenta, sin autorización de nadie”. Desde entonces, asegura, el conductor ha continuado con su vida en total libertad, mientras ella enfrenta el dolor de la pérdida de su hijo.
“Él sigue suelto, haciendo su vida con total impunidad, como si no hubiera matado a nadie. En total libertad, mientras que yo, hace dos años y casi cuatro meses, vengo luchando y lidiando todos los días con la pérdida tan inesperada y repentina de mi hijo, a quien amo con toda mi alma y suplico por justicia”, expresó Guelet.
La madre de Uli denunció la falta de justicia en el caso de su hijo y criticó el sistema judicial y la corrupción que, según ella, impide que se haga justicia en casos tan dolorosos. “Doblemente triste es saber que en este país no existe justicia y que haya tanta corrupción en casos como este”, afirmó.
Con un llamado a la acción, Eladia Guelet pidió un cambio en la legislación para que casos como el de su hijo no queden impunes. “El pedido que quiero hacer es que, entre todos, impulsemos un cambio en la legislación“, manifestó, con la esperanza de que su lucha contribuya a evitar que otras familias vivan el mismo dolor.
El pedido de Eladia es similar al de Óscar Sánchez, un hombre que perdió a su hijo en un choque, con el que se comunicaría en estas horas para unir esfuerzos en un pedido del cambio de la ley: prisión preventiva para los acusados de homicidios en incidentes viales.
Ese proyecto de ley es impulsado por el Fiscal Ricardo Mauré y, si bien había llegado al Congreso nunca prosperó. Sin dudas, si el Código Penal no cambia en relación a la dureza de las penas, la intención es buscar amenizar el dolor de las familias víctimas que perdieron a seres queridos en en este tipo de evitables sucesos que no cesan
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