Lo imagino chiquito con pequeñas manos intentando rasgar las cuerdas de la guitarra, que aún no lograba dominar. Horas interminables de práctica y muchas más horas sacrificadas al juego y los amigos. Porque la meta estaba lejos pero no era inalcanzable.
Fueron pasando los años, junto con los estilos musicales, y siempre de pie; nunca perdiendo el horizonte donde estaba la estrella que debía alcanzar.
Fueron muchas fiestas familiares, juntadas con los chicos. Luego las distintas tablas de los escenarios que traían esa adrenalina que no se compara con nada. Llegó un boliche, el aniversario de la ciudad y ser parte de las bandas y tocar con solistas teloneros en la Fiesta del Lago, allí estaban admiradoras, amigos y la familia, todos siempre a la par.
Pero todo esto eran solo los pasos que debía dar para llegar al trampolín que lo llevará a las grandes ligas de la música. Llegó a Pasión de Sábado.
Ese día, desde las 14 horas, él será como cada uno de nosotros que va detrás de un sueño. Pero el de Agustín Aedo, ya es realidad y sabemos que este sábado sacará toda esa pasión que tiene contenida desde siempre. Esta vez no hay un cantante central: La estrella sos vos!
Grande Agus, llegaste.
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