La autopsia sobre el cuerpo de Amalia Llaguil determinó que la murió por una ACV hemorrágico. No tenía signos de violencia propios ni de otras personas, por lo que la investigación judicial sobre su muerte ahora apunta a entender por qué la vecina de Las Heras se dirigió al interior del hotel abandonado San Antonio.
Así pudo confirmar FM Las Heras 92.1 de fuentes oficiales, luego de que le fiscal de esa la localidad de Santa Cruz, Ariel Candia, divulgara detalles de la investigación.
Amalia Llaguil, de 52 años, tenía sobrepeso, sufría un cuadro médico de hipertensión y su corazón tenía signos de pre infartos previos. “Su situación de obesidad hacía que todo el cuadro se complique”, explicó Candía a Periódico Las Heras.
“Tenemos que descartar que una tercera persona haya atentado contra la vida de Amalia. Está descartado que haya atentado contra su propia vida”, sintetizó el funcionario judicial quien explicó que “había un pliegue en el cuello que daba sospechas que podría haber un estrangulamiento pero a la hora de la autopsia no había ningún signo de que ella había atentado contra su vida”, a pesar que en las fotografías publicadas por su familia no aparentaba una obesidad mórbida.
Candia señaló que ahora “resta averiguar las circunstancias en que ella estaba en ese lugar” y por ello adelantó que “resta peritar el celular, conseguir testimonios, la historia clínica para saber sus antecedentes médicos”.
El lugar donde encontraron el cuerpo de la mujer es un viejo hotel de San Antonio, que quedó abandonado y se quemó hace un par de meses. Amalia desapareció en momentos que se encontraba vendiendo bingos del colegio el miércoles 10 de abril por la tarde.
Sus compañeros de trabajo y familiares notaron su ausencia y salieron a buscarla por la localidad, e incluso pasaron por el basural con tal de dar con ella. Era madre de dos mujeres, una que está estudiando en Mendoza y la otra más chica que asiste a una secundaria de Las Heras. Su cuerpo fue hallado el jueves.
Amalia Llaguil, empleada de la Municipalidad en el área de control de transportes, era religiosa y el fin de semana había participado de un encuentro en la capital provincial. La muerte de la mujer, causó conmoción en el ámbito en el que ella trabajaba y en toda la ciudad. En principio hubo varias especulaciones sobre si se trató de un crimen o de un suicidio. Las pericias las realizó personal del Gabinete Criminalístico de la ciudad de Pico Truncado, al igual que la autopsia.
Sus restos fueron velados el martes 16 en la Funeraria Totino.
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