Luis Alejandro Torres, de 32 años, encontró la muerte en la tarde noche del sábado. Horas antes se encontraba bebiendo con conocidos en uno de los barrios más peligrosos de Las Heras. Recibió una puñalada fatal en el costado izquierdo del abdomen. Por el hecho hay dos detenidos.
En horas de la tarde noche del sábado, dos hombres lasherenses fueron detenidos acusados de haber sido los autores materiales del fallecimiento de Luis Alejandro Torres, de 32 años y oriundo de la localidad petrolera, de una puñalada.
Fuentes policiales consultadas por La Opinión Austral dieron cuenta que fue cerca de las 5 de la tarde del sábado cuando comenzó el suceso en el que falleció Torres.
Cerca de esa hora en cuestión, un vecino del barrio 1ro de Mayo de la localidad petrolera dio aviso al Comando Radioeléctrico de la presencia de un hombre tirado en la calle El Chaltén al 1400, quien se encontraba en evidente estado de ebriedad y parecía herido.
Rápidamente se hizo presente en el lugar una comisión del Comando y de la Seccional Primera. Los agentes dieron cuenta de que el sujeto se encontraba tendido en posición cúbito dorsal y observaron algunas manchas rojizas a su alrededor.
Fuentes policiales consultadas por este medio indicaron que el sujeto en cuestión, de apellido Torres, tenía una herida cortopunzante en el costado izquierdo de su abdomen, solicitándose una ambulancia para su traslado y posterior curación de sus heridas.
En el lugar del hallazgo, los agentes comenzaron una serie de diligencias y realizaron el informe vecinal, entrevistando a las personas que viven en calles aledañas. Lo que más llamó la atención de los efectivos fue que el hilo de sangre nacía en una vivienda en la que no habría personas en su interior.
Fue una vecina de una casa lindante quien comentó a la Policía que había visto que en esa casa residían dos sujetos y que posiblemente Torres había salido de la misma. Ante esta situación, se estableció una consigna policial y a los minutos, dos sujetos en evidente estado de ebriedad salieron de la morada, por lo que momentos después fueron reducidos, demorados y trasladados a la dependencia policial.
Los detenidos, que serían padre e hijastro, fueron conocidos por sus iniciales, JDF (56 años) y JCZ (52 años quedando este último más complicado, ya que al momento de su detención presentaba manchas rojizas que serían de sangre en sus prendas de vestir.
Fue cerca de las 8 de la noche cuando desde el centro asistencial los profesionales contaron a la Policía sobre el fallecimiento de Torres, a pesar del esfuerzo de los médicos del establecimiento.
Ante esta situación, desde la Policía se realizó el cambio de carátula, de tentativa de homicidio a homicidio, solicitándose además una orden de allanamiento para la casa donde habría ocurrido el hecho.
El procedimiento se realizó cerca de las 10 de la noche y en el interior de la vivienda encontraron rastros que hablarían de una noche de alcohol y excesos, como varios sachets de vino y botellas de cerveza, además de un juego de cartas, aunque para sorpresa de la Policía no hubo rastros de sangre en el living de la morada.
Todo cambió momentos después, cuando uno de los efectivos encontró debajo de la almohada de la cama de JCZ un cuchillo con vaina con muchas manchas rojizas que presumiblemente eran de sangre. Los efectivos de la Seccional Primera y de la División Criminalística secuestraron todos los elementos de interés para la causa, tanto el cuchillo como la ropa de cama y algunos elementos que permitirán al juez Eduardo Quelín, magistrado a cargo de la investigación, esclarecer fehacientemente las causas en que se produjo la pelea.
Fuentes investigativas consultadas indicaron que una hora antes de que Torres fuera visto tendido en la vía pública, se lo vio en un comercio cercano completamente ebrio comprando dos sachets de vino y que, como primera hipótesis que se maneja, habría sido una pelea de borrachos la que terminó con uno de los ahora detenidos sacando su cuchillo de la cintura y asestándole la puñalada mortal a Torres.
En horas de la tarde del domingo, el Dr. Quelín dispuso que el cuerpo de Torres fuera llevado a la Morgue Judicial de Caleta Olivia, lugar donde se realizaría la autopsia correspondiente. Al cierre de esta edición se esperaban los resultados.
Por otro lado, los detenidos fueron trasladados a la Seccional Primera, lugar donde esperaban a ser trasladados al Juzgado de Instrucción local para ser indagados por el Dr. Quelín.
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