Una mujer de Las Heras denunció y visibilizó en las redes sociales el repudiable y lamentable episodio que le tocó vivir cuando viajó en un remise junto a su pareja. La joven definió lo sucedido como “lo más feo del mundo”, dado que el remisero la acosó reiteradamente cuando su novia descendió en su trabajo.
El hecho tuvo lugar la mañana del pasado martes. La mujer, de 25 años, requirió un móvil a la Remiseria “Maxi”, con la que aseguró siempre suelen viajar. “Ella iba a su trabajo y yo a mi casa, después de dejarla, el remisero empezó a decirme muchas cosas”, marcó en su relato.
De acuerdo a la publicación de la joven, el hombre le dijo primero que “sos una mina hermosa” y “con esa geta (sic) pintada de rojo lo que seria”. Sostuvo que no le dio mucha importancia al principio, pero que luego siguió con palabras cada vez más desubicadas y subidas de tono.
“Llegó hasta decirme que si yo le daría bola me haría todo mañana, tarde y noche, que soy una mina que parece que soy muy buena en la cama, que tengo tremendo lomo. Literalmente me dijo que tengo tremendo ‘culo’ y ‘tetas’, que cómo puedo estar con una chica”.
Luego, recordó que el remisero le preguntó si su pareja era hombre (aunque con muchísima menos sutileza) a lo que ella respondió que no “y empezó a decirme, ‘¿entonces se tocan, tienen juguetes, vibradores?’.
“Esas son algunas de todas las cosas desubicadas que me dijo, lo que ya no sabía qué hacer si llorar o putearlo, quedé helada. Sólo quería llegar a mi casa y no verlo nunca más….”, agregó en su escrito en el que recibió el apoyo de muchísimas personas de Las Heras.
“No sé por qué pero me siento tan pero tan poca cosa en no plantearme y decirle tantas cosas al viejo verde ese, es la primera vez que me sentí con miedo a que me hiciera algo, tan débil a sus palabrotas…”. “Ya ni ponerte un jeans o simplemente tomar un puto remise porque se sienten con derecho a decir muchas cosas… sólo hago mi puto descargo porque lo único que he hecho desde que me bajé de ese remise es llorar”, dijo.
Por último, la joven aseveró que lloró muchísimo también al pensar en su hija “que la cuido tanto y pensar que si la quiero mandar en un remise el día de mañana pensando que va a ser más seguro, y no es así”. “Tengo 25 años y con 25 años no supe reaccionar porque no me lo esperaba”, cerró.
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