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La inseguridad golpea la puerta de los pequeños comerciantes en la provincia de Santa Cruz, y esta vez, el blanco fue una verdulería en la localidad de Las Heras. La madrugada del domingo se tiñó de preocupación para una familia que, al intentar abrir su negocio en la calle Irigoyen, se encontró con un panorama desolador: las rejas de acceso destrozadas, evidenciando un violento y metódico asalto que dejó pérdidas económicas y un profundo sabor a impunidad.
Según pudo saber La Opinión Austral, el hecho ocurrió en las primeras horas de este domingo en la calle Irigoyen al 860, entre O’HIggins y Piedrabuena, una arteria conocida de la ciudad de Las Heras. Los propietarios, una familia que dedica su esfuerzo al rubro de la verdulería, llegaron al local pasadas las diez de la mañana con la expectativa de una jornada laboral tranquila. Sin embargo, la rutina se quebró abruptamente al constatar que su comercio había sido vulnerado con una saña inusitada.
Los delincuentes no dudaron en utilizar una barreta o barretín, con la cual lograron forzar y destrozar la puerta de las rejas de acceso.
Según los primeros relevamientos y testimonios recabados en el lugar, los autores del hecho, hasta el momento desconocidos, actuaron con una determinación alarmante. Para acceder al interior del local, los delincuentes no dudaron en utilizar una barreta o barretín, con la cual lograron forzar y destrozar la puerta de las rejas de acceso. No fue una tarea sencilla, ya que los malvivientes tuvieron que romper dos cadenas y tres candados antes de poder avanzar en su cometido indicó el portal de noticias local Periódico Las Heras. Una vez superado el primer obstáculo, prosiguieron con la rotura de un vidrio para finalmente ingresar al establecimiento.
El botín, según fuentes cercanas a la investigación, fue considerable. Los ladrones se hicieron con una suma importante de dinero en efectivo, que se encontraba en el lugar, y además sustrajeron mercadería de valor, entre la que se destaca una gran cantidad de cajas de cigarrillo.
La respuesta policial no se hizo esperar. En horas de la tarde, la calle Irigoyen se encontró convulsionada por el trabajo intenso de distintas divisiones de seguridad. Personal de la Comisaría Primera local, en conjunto con efectivos de la División Criminalística, llevaron a cabo las pericias correspondientes en el sitio del suceso, recolectando evidencias que puedan aportar luz sobre lo acontecido. Asimismo, se ha dado intervención al personal de la División de Investigaciones (DDI), un actor clave en este tipo de casos, que ya se encuentra abocado al relevamiento de cámaras de seguridad en la zona
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