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La presencia de un arma blanca en el Colegio Secundario N° 15 de Los Antiguos destapó una grave situación de acoso escolar. Un alumno de 13 años exhibió una navaja a sus compañeros en un aparente acto de defensa tras ser víctima de bullying por parte de otros dos estudiantes, lo que forzó la intervención inmediata de la Policía y la Justicia de Menores.

El incidente fue denunciado alrededor de las 10 horas del martes 28 de octubre, en las instalaciones de la Comisaría “Cabo Enrique Grippo”. La situación, que causó conmoción en los ciudadanos, puso el centro del debate la urgente necesidad de abordar la problemática del bullying en el ámbito educativo.

La secuencia de hechos reveló que el descubrimiento del elemento cortopunzante (una navaja) fue el resultado de una escalada de tensión generada por el acoso. Según los reportes iniciales a los que tuvo acceso La Opinión Austral, el estudiante portaba el objeto y lo exhibió a sus pares.

La información recabada por la vicerrectora, y otros testimonios, sugirió que la exhibición de la navaja no fue un acto de agresión premeditada, sino una reacción ante el bullying que él mismo estaba sufriendo. El informe indicó que dos compañeros estaban cometiendo acoso en su contra, y el arma apareció en escena mientras la auxiliar docente estaba ausente.

Este escenario subrayó cómo la falta de contención o intervención temprana ante el bullying puede llevar a situaciones extremas y peligrosas dentro del entorno escolar. Tras el aviso, el personal policial se dirigió al establecimiento y, en colaboración con el personal de Criminalística Laboratorio, se formalizó el acta de secuestro del elemento.

Dada la edad de los involucrados y la naturaleza del conflicto, se dio inmediata intervención a la Dirección de Niñez. El Juzgado de Instrucción y Penal Juvenil N° 1 de Las Heras fue notificado de las diligencias. La secretaría dispuso que toda la documentación sea elevada a esa sede para su consulta, buscando determinar las medidas correctivas y de acompañamiento adecuadas para todos los menores implicados.

La comunidad educativa quedó a la espera de las resoluciones judiciales que aborden no solo la tenencia del arma, sino también el contexto de acoso que provocó este dramático suceso.

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