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El sector privado de Argentina avanza en el desarrollo de una de las infraestructuras más ambiciosas de las últimas décadas: el proyecto Vaca Muerta Sur, liderado por un consorcio integrado por las principales empresas energéticas del país, entre ellas YPF, Pan American Energy, Vista Energy, Pampa Energía, Chevron Argentina, Pluspetrol y Shell Argentina.
Con una inversión estimada en 3.000 millones de dólares, este megaoleoducto se extenderá por 437 kilómetros, conectando los yacimientos de Vaca Muerta con una terminal de carga y descarga ubicada en Punta Colorada, provincia de Río Negro. Además, incluirá monoboyas interconectadas y una playa de tanques de almacenaje, diseñada para optimizar la logística y la exportación de petróleo.
El oleoducto tendrá una capacidad inicial de transporte de 550 mil barriles diarios, ampliable a 700 mil barriles por día si la demanda lo requiere. Se espera que las operaciones comerciales comiencen en el cuarto trimestre de 2026, consolidando a Vaca Muerta como un eje estratégico para la exportación de hidrocarburos.
Los accionistas (YPF, Pan American Energy, Vista Energy, Pampa Energía) comprometieron aproximadamente 275 mil barriles por día de capacidad, y VMOS ha concedido opciones a Chevron Argentina, Pluspetrol y Shell Argentina, entre otros, para comprometer hasta 230 mil barriles por día adicionales. Este nivel de compromiso asegura la viabilidad del proyecto y refleja la confianza de la industria en la infraestructura y el potencial de Vaca Muerta.
El impacto económico será significativo: el oleoducto permitirá aumentar las exportaciones de petróleo y se proyectan ingresos de hasta 15 mil millones de dólares anuales, con posibilidades de alcanzar los 20 mil millones a través de futuras expansiones. Este crecimiento no solo fortalecerá la economía nacional, sino que también posicionará a Argentina como un jugador clave en el mercado energético global.
Financiamiento e incentivos
La obra será financiada mediante aportes de los accionistas y créditos locales e internacionales que se gestionarán en 2025. Además, el proyecto se desarrolla bajo el marco del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), promovido por la Ley 27.442, que otorga beneficios fiscales para obras de infraestructura estratégicas.
El anuncio fue formalizado por YPF , cuyo directorio aprobó la participación en el proyecto durante una reunión celebrada el pasado 13 de diciembre. Según la empresa, este oleoducto representa la mayor infraestructura de transporte de petróleo en Argentina y permitirá al país aprovechar al máximo los recursos de Vaca Muerta, una de las reservas no convencionales más importantes del mundo.
Con este avance, Vaca Muerta no solo reafirma su relevancia como motor energético, sino que también se perfila como un factor clave para el crecimiento económico y la integración de Argentina en los mercados internacionales.
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