¿En qué se convierte Vidal con la foto junto a Larreta?
Luego de llevar adelante negociaciones durante meses con el Frente de Todos y con la alianza neoliberal Cambiemos, el diputado nacional del partido SER, Claudio Vidal, decidió este sábado mostrarse en una foto junto al jefe de Gobierno porteño y candidato a presidente por el PRO, Horacio Rodríguez Larreta.
La foto no fue casual, sino que se dio a conocer en momentos en los que la convención provincial de la UCR discutía -también se fueron a las manos- qué hacer con el dirigente petrolero, luego de que ya Río Gallegos hubiese dicho que no estaba de acuerdo con su incorporación al frente electoral.
No es un dato menor que el comunicado de la UCR saliera ayer por “unanimidad“, sin explicar al menos dónde fueron a parar las ideas de quienes en días previos ya habían votado en contra de esta idea.
Pero la foto de Vidal no fue el único mensaje de esa noche, ya que, aunque pasó casi desapercibido, hubo un video subido por el senador Eduardo Costa, que se encontraba en Puerto Deseado, en donde se lo ve mirando la pantalla de una notebook donde pasan un discurso de Alfonsín.
El modo en el que el senador reivindica a una de las figuras claves del partido fue muy curioso. Costa está de espaldas, rígido, y pareciera permanecer de rodillas mientras Alfonsín habla.
Costa fue uno de los que más interesados se mostró en incorporar a Vidal en el frente Cambia. No sólo eso. Llegó a proponer que hubiese una lista integrada por Roxana Reyes y por el propio Vidal, aunque el petrolero nunca hubiese aceptado ser candidato a vice.
En la alianza opositora todo es desconcierto. El radicalismo no sólo resuelve modificar su posición y aceptar ahora a Vidal, sino que lo hace exigiendo a los demás partidos que desestimen cualquier intención de tener candidatos propios para la gobernación. Así, Encuentro Ciudadano, el PRO y otros más chicos cuyos dirigentes se desconoce si cubren los dedos de una mano, como el CCARI, deberán acatar o rebelarse. Todo eso está discutiéndose frenéticamente desde el sábado.
En el Frente de Todos nadie está sorprendido por la maniobra del secretario de los petroleros de base, aunque este siga en conversaciones con el oficialismo.
Así, una parte de la biblioteca da por cerrado el capítulo de la traición al peronismo, tan anticipado, mientras que la otra mitad asegura que no debería decirse nada hasta el catorce, cuando se oficialicen las listas. La esperanza es lo último que se pierde, y más en una elección de tercios como esta.
En declaraciones a La Opinión Austral, el diputado Martín Chávez dijo que la foto de Larreta y Vidal muestra que “tiene un acuerdo político con la derecha anti-trabajadores y antiperonistas. Esa foto muestra un acuerdo político en contra del pueblo de Santa Cruz, porque Vidal y Larreta representan a las políticas de ajuste mediante despidos, represiones y endeudamiento“.
Ese acuerdo es, para el legislador, “la continuidad del macrismo, que en la historia reciente de nuestra provincia promovió el cierre del Hospital Peliche en Gallegos, el Hospital SAMIC de El Calafate, la baja de los subsidios a los combustibles, la quita de los reembolsos por puertos patagónicos, el cierre de YCRT y la falta de inversiones en la termousina para nuestra cuenca, el endeudamiento, los despidos y los convenios a la baja en distintos sectores, incluido el sector de hidrocarburos. Esos son los intereses que representa Vidal de la mano de Larreta en Santa Cruz”.
Por su parte, Gonzalo Chute, secretario de Legal y Técnica de Pablo Grasso, uno de los candidatos a gobernador que tiene el FdT, sostuvo este domingo que la foto deja “más que claro que Claudio Vidal tomó una determinación, que es dejar el peronismo y ser conducido por Rodríguez Larreta“.
Aun así, “a uno no deja de llamarle la atención que, justamente, un sindicalista que dice defender a los trabajadores se haya sentado con el candidato que pide la flexibilización laboral, la pérdida de derechos, como pasó en el gobierno de Macri“.
Chute recordó que durante la administración de Cambiemos la actividad petrolera perdió en Santa Cruz “miles de puestos de trabajo”. Sin embargo, “Vidal deja el peronismo y se encolumna atrás de lo más rancio del neoliberalismo argentino, en perjuicio de sus representados en el sindicato“.
Santa Cruz fue la provincia más golpeada por la gestión hidrocarburífera neoliberal en términos de petróleo. Vidal no puede desconocer que con Cambiemos esta provincia dejó de producir en 2019 unos 1,04 millones de metros cúbicos en relación a 2015. Esto es equivalente a haber cerrado todos los pozos de crudo durante dos meses y medio en 2019.
Según datos de la OETEC, la participación de Santa Cruz en la producción total de crudo en 2019 alcanzó un 17%. En 2015, la participación se encontraba en 21%. O sea, una pérdida de 4 puntos porcentuales.
Sumado a esto las cartas documento como en YCRT que salían a rolete, los miles de trabajadores que debieron permanecer en sus casas cobrando sueldos mermados (los del Golfo San Jorge la pasaron peor porque la producción cayó del 43% en 2015 al 39% en 2019) o de las veces que junto al gobierno de Alicia Kirchner se sentó con el macrismo en Buenos Aires para buscar una salida.
Ni que hablar que ser sindicalista de derecha es un oxímoron para la larga tradición argentina, que tiene en el movimiento sindical sus mayores conquistas de la mano del movimiento justicialista.
Por otro lado, si bien en el Frente de Todos miran lo que hace el petrolero, lo cierto es que el elefante blanco es el frente electoral opositor, o, mejor dicho, hasta dónde el radicalismo es capaz de ceder cualquier vocación de gobernar en pos de su deseo de “aniquilar” al peronismo.
Si las cosas se dieran como las planteó la UCR y los partidos chicos de la alianza neoliberal agachan la cabeza, habrá dos listas en ese lema: una probablemente encabezada por Reyes y la otra por el propio Vidal, que a todas luces está mejor posicionado que la legisladora.
Así, no hay nada que le garantice a la oposición que Vidal vaya -en caso de ganar- a tener un gobierno de coalición en el cual el radicalismo se vea verdaderamente representado, porque el problema que existe cuando reina el pragmatismo por sobre las ideas es que estas pueden ser volátiles.
Vidal, no cabe dudas, es un dirigente que pisa fuerte. Pero también es él la síntesis de todo el esquema y la única figura de peso en SER. Su personalismo no le permite jugar con un lema aparte y también él transita el tiempo de descuento para alcanzar un acuerdo. Tal vez el que esté más desesperado pierda. Por lo demás, ya lo dijo Pichetto: “La traición no es algo degradante”.
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