El típico postre de Navidad y Año Nuevo lleva siglos ocupando un lugar destacado en las mesas de los argentinos. A pesar de que los turrones clásicos y artesanales se comen una vez al año, más de uno dejó un diente (o varios) intentando saborear una de estas delicias.

Desde su creación hace más de 400 años hasta el lanzamiento de nuevas versiones que se adaptan a la tendencia saludable, el turrón se transformó en un símbolo de tradición que sabe más rico durante las fiestas de fin de año.

Una de las teorías sobre los inicios de este dulce indica que fueron los árabes quienes lo crearon, de acuerdo a sus alimentos tradicionales basados en almendras y miel. Cuenta la leyenda que los turrones surgieron como una respuesta a la búsqueda de una mejor conservación de los ingredientes para alimentar a los soldados árabes en sus viajes de larga duración.

El origen de este postre también llevan a un artesano catalán de apellido Turró, de hecho, el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas de Turrón de Jijona y Alicante, confirma su existencia en esas tierras en el siglo XVI.

Según los historiadores, la almendra ya era característica de los campos de la región hace más de 400 años. Los agricultores de aquel entonces comenzaron a cultivar los almendros para fabricar el dulce. Este es el motivo de que la costumbre del turrón sea estacional. Los meses de septiembre y octubre es la época de cosecha de los almendros. Luego en noviembre se cargaban los carros de turrones que recorrían España vendiendo este dulce nutritivo y duradero, por eso recién se consumía en diciembre, en la época navideña.

Si bien el primer turrón conocido fue el de Jijona, poco a poco fue ganando importancia la receta típica de Alicante; de consistencia más dura y la clara de huevo que le otorgaba su característico color blanco.

Con el paso de los años, se le fueron añadiendo otros ingredientes como el chocolate que provenía de América y cuya popularidad impulsó la demanda del turrón.

Receta de turrón con chocolante blanco y pistacho

Ingredientes

– 250 grs. de chocolate Blanco
– 40 grs. de manteca
– 30 grs. de ristachos
– 30 grs. de arándanos
– Molde metálico

Preparación

Derretir el chocolate a baño maría junto con la manteca. Luego colocar los pistachos y los arándanos e integrar. Ubicar dentro del molde metálico previamente aceitado y dar golpecitos para quitar las burbujas. Dejar enfriar 3 horas en la heladera antes de desmoldar.

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