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La tranquilidad de un domingo por la tarde se vio alterada en Pico Truncado cuando un estruendo sacudió el cruce de las calles Peñaloza y Santiago del Estero, en pleno corazón del barrio Cooperativa. Una colisión vehicular encendió las alarmas y motivó la intervención de personal policial, agentes de Tránsito y operarios de la Dirección de Operaciones Eléctricas. Sin embargo, lo que parecía un simple accidente pronto adquirió tintes de confusión: al llegar al lugar, el conductor del vehículo siniestrado ya no estaba.
Según pudo saber La Opinión Austral, el suceso se registró cerca del mediodía, cuando vecinos alertaron a la policía por un fuerte impacto en la zona. Al arribar los inspectores de la Dirección de Tránsito, se encontraron con un vehículo que presentaba evidentes daños materiales. A pocos metros, una luminaria pública permanecía apagada, producto de la colisión, lo que indicaba que el auto habría golpeado contra ella antes de detenerse.


Pero lo más llamativo fue la ausencia del conductor. Según testimonios recogidos en el lugar, se trataba de un joven que, tras el impacto, fue trasladado a su casa por su madre. Al ser consultada por las autoridades, la mujer explicó que su hijo se había descompuesto y que, por esa razón, optó por retirarlo del sitio antes de la llegada de los inspectores. Esta acción, aunque comprensible desde lo humano, abrió un interrogante legal sobre el procedimiento adecuado ante un siniestro vial.
Desde la Dirección de Tránsito confirmaron que no se registraron heridos de gravedad, pero manifestaron su preocupación por la falta de colaboración al momento de esclarecer lo ocurrido. Mientras tanto, Servicios Públicos intervino para restituir el servicio de iluminación afectado, una labor que se extendió hasta entrada la noche.
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