En las primeras horas del domingo, la habitual tranquilidad de la madrugada en Pico Truncado se vio interrumpida por un episodio de violencia que aún genera más preguntas que respuestas. Un joven de 23 años ingresó de urgencia al Hospital Distrital con una herida de arma blanca en la espalda. Lo más llamativo del caso no fue solo la agresión sorpresiva y cobarde que sufrió, sino también su decisión de no denunciar al agresor ni colaborar con la investigación.

El hecho fue alertado a la policía a través de un llamado desde el propio hospital, donde el personal médico informó la presencia de una persona con una lesión compatible con un ataque con arma blanca. De inmediato, una comisión de la División Comisaría Primera se hizo presente en el centro de salud para tomar contacto con el herido y comenzar con las primeras diligencias.

Al ser entrevistado por los efectivos, el joven pudo identificarse y brindar su domicilio, pero en su relato dejó entrever un extraño silencio. Según declaró, se encontraba solo, en la vereda de una panadería ubicada sobre calle Hipólito Yrigoyen, casi en la intersección con Vélez Sarsfield, cuando fue sorprendido por otro hombre que, sin mediar palabra, sacó un arma blanca de entre sus prendas y lo atacó directamente por la espalda.

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El agresor, aseguró la víctima, es una persona a la que no conoce. Sin embargo, lejos de manifestar indignación o buscar justicia, el joven se negó categóricamente a brindar más detalles. Dejó constancia expresa de que no instará acción penal y se negó a aportar información adicional que pudiera ayudar a esclarecer el hecho. Un gesto que, a los ojos de los investigadores, no hace más que espesar la bruma de un caso ya de por sí confuso.

Personal de la División de Investigaciones (DDI) procedió al relevamiento de cámaras de seguridad de los comercios aledaños.

Frente a esta negativa, y ante la evidencia concreta de un delito, la Fiscalía de Instrucción Penal y Juvenil N.º 1, a cargo del Juzgado de turno con la secretaria Daniela Vargas, dispuso que se inicien actuaciones de oficio. Así, se movilizó al Gabinete Criminalístico local, que efectuó un minucioso rastrillaje en la zona señalada por la víctima para recolectar cualquier tipo de indicio que pudiera orientar la investigación.

Paralelamente, personal de la División de Investigaciones (DDI) procedió al relevamiento de cámaras de seguridad de los comercios aledaños al lugar del hecho, con el objetivo de identificar al atacante o establecer la dinámica del hecho. También se procedió al secuestro de las prendas de vestir del joven herido, las cuales presentaban manchas de sangre que podrían ser clave para el análisis pericial.

Desde la comisaría se confirmó que la víctima fue atendida por el equipo médico del nosocomio, quienes constataron una lesión punzocortante que, si bien revestía gravedad, no ponía en riesgo su vida. Tras recibir las curaciones necesarias, fue dado de alta horas más tarde.

 

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