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La Policía se encuentra investigando dos hechos violentos que se registraron en las últimas horas en Río Gallegos que se encuentran relacionados: una agresión a un joven dentro de un local bailable y luego una ráfaga de disparos que hubo en su casa.

Todo comenzó en horas de la madrugada del sábado en el interior de Belfast, el boliche ubicado en la calle Alberdi al 300 de nuestra ciudad capital donde dos hombres de 31 y 35 años de edad abordaron a un joven de 21 años y lo golpearon hasta, según fuentes consultadas, con la llave de un auto.

Allí, cerca de las cinco, tras un tumulto generalizado en la pista, la seguridad privada retiró tanto al damnificado como a los agresores. Estos últimos fueron vistos por testigos alejarse en un Volkswagen Bora color gris oscuro.

En paralelo, el padre de la víctima radicó la denuncia el día después para indicar que, personas hasta ese momento no identificadas, habían efectuado disparos contra su vivienda ubicada en la calle Hugo Muñiz de manera intimidatoria, sin que se registren personas lesionadas.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que las cámaras de seguridad de vecinos de la zona fueron fundamentales para dar, al menos en principio, con el auto desde donde se habían efectuado: se trataba de, nuevamente, el Bora color gris oscuro que había sido visto saliendo de Belfast.

La causa había quedado en manos del personal de la Comisaría Segunda. Los agentes comenzaron con las averiguaciones y el dato del auto fue esencial. En horas de la tarde del sábado, el mismo fue encontrado estacionado en la calle Congreso al 700 de nuestra ciudad capital y tanto el dueño del rodado como un hombre que sería el otro involucrado fueron detenidos por las fuerzas de seguridad.

El Juzgado de Instrucción de turno este mes dispuso dos allanamientos en las casas de los sospechosos: uno en la calle donde fue encontrado el Bora y el restante en un domicilio ubicado en la calle Pérez Galdos al 2300, en el corazón del barrio Evita.

Fuentes consultadas por este diario indicaron que el arma de fuego no fue hallada y se presume que fue descartada. De igual manera, cumplidos los plazos legales, los dos acusados quedaron tras las rejas

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