¿Ajuste de cuentas?: Investigan un ataque armado a una casa del barrio 50 Viviendas

Un brutal ataque a mano armada sacudió el barrio 50 Viviendas de Puerto Deseado en la noche del domingo, cuando un grupo de desconocidos destruyó los cristales de una vivienda y efectuó disparos contra su fachada. La policía local investiga el hecho, mientras la comunidad espera respuestas ante la creciente preocupación por la seguridad en la región.

El domingo 1 de junio, alrededor de las 20:15, un llamado anónimo encendió las alarmas en la Comisaría de Puerto Deseado. El mensaje alertaba sobre un posible tiroteo y disturbios en la zona del barrio 50 Viviendas. Al arribar rápidamente al lugar, efectivos policiales se encontraron con un joven de 22 años que relató una historia alarmante de violencia y vandalismo.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas y lo dicho por el damnificado, tres personas, aparentemente armadas, se presentaron en frente de su domicilio a bordo de una camioneta Toyota Hilux negra. Sin mediar palabra, descendieron del vehículo y, con una barreta, comenzaron a destrozar los cristales de la casa. Para sorpresa del damnificado, los atacantes no se conformaron con el daño material: dispararon al menos dos veces contra la fachada de la vivienda.

El joven, claramente afectado por el suceso, ofreció detalles sobre uno de los presuntos agresores, lo que permitió a la policía iniciar un trabajo de investigación con indicios concretos. Con el apoyo de peritos de la División de Criminalística y el personal especializado de la División de Investigaciones, la policía comenzó a recolectar pruebas para esclarecer lo sucedido.

El hecho, que podría haber terminado en tragedia, ha generado gran preocupación entre los vecinos del barrio, quienes expresaron su malestar por la creciente inseguridad en la zona.

La investigación avanza, pero todavía no hay pistas firmes sobre la identidad de los agresores ni sobre las motivaciones detrás del ataque. Las autoridades locales, que se encuentran trabajando a contrarreloj, aseguraron que no se descarta ninguna hipótesis, incluyendo posibles ajustes de cuentas o represalias personales.