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El ambiente en el Hospital Regional está tenso. Un trabajador de ese propio centro se encuentra internado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) tras haber sufrido una brutal caída de uno de los monoblocks del barrio 400 Departamentos.

Más allá de la investigación en curso para determinar si Alan Márquez -camillero del Hospital Regional- cayó o lo arrojaron, por estas horas, sus familiares, seres queridos y compañeros de trabajo, se encuentran abocados a esperar una mejoría en su estado de salud.

Márquez sufrió una caída de, al menos de dos pisos de los 400 Departamentos. A raíz de ese impacto terminó con severas lesiones. De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que, tras las primeras revisiones hechas por los profesionales de la salud sufrió una fractura de pelvis, hemorragia intraabdominal con contusión pulmonar bilateral.

Con el fin de no agravar el grave estado de salud, el Cuerpo Médico resolvió inducirlo a un coma para avanzar con el tratamiento. Con el paso de las horas, su padre indicó a La Opinión Austral que: “(Alan) no tiene ningún órgano dañado, ni cerebralmente tampoco está mal. Pero lo que si tiene comprometida es una pierna, la pelvis completamente comprometida, una costilla y parte que la columna. Vamos a ver cómo evoluciona entre hoy y mañana pues está dormido”. En el mismo sentido, la madre del camillero expresó que “mi hijo está estable” esperando y augurando una mejoría en el cuadro de salud.

Sin dudas hay estupor en inmediaciones a la UTI. Familiares de Alan comentaron que les llamó la atención el estado en el que se encontraban los compañeros del camillero, posiblemente porque tienen que atender a alguien con el que compartían guardias

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