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En la tarde del domingo, una llamada de alerta movilizó al personal de la División Cuartel 24 de Bomberos de la Policía de la Provincia de Santa Cruz hacia el barrio San Benito, ubicado en la zona periférica de Río Gallegos. El motivo: vecinos de la calle 37, entre 26 y 28, advirtieron un fuerte olor a gas que generó preocupación e incertidumbre.
La autobomba fue desplegada de inmediato, con tres efectivos a bordo, en una intervención preventiva que ilustra el valor de la articulación entre ciudadanía y fuerzas de seguridad.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, se pudo saber que, una vez en el lugar, los bomberos realizaron una inspección minuciosa del entorno, empleando procedimientos de detección específicos para descartar la presencia de gases combustibles. Tras varios minutos de verificación y evaluación, el equipo técnico determinó que no existía ninguna fuga de gas ni elementos que representaran un riesgo inminente para las personas o viviendas cercanas.
Lo que sí se halló en el sitio fueron recipientes con aceite usado, aparentemente abandonados, cuyo olor podría haber generado la confusión inicial. Si bien no implicaban un peligro concreto, el hallazgo subraya la necesidad de una adecuada disposición de residuos, especialmente aquellos que pueden emitir olores fuertes o inflamables.
Afortunadamente, no hubo personas heridas ni se registraron daños materiales. Sin embargo, el episodio no fue en vano. Al contrario, permitió poner en práctica el protocolo de respuesta ante alertas domiciliarias y reafirmar el compromiso tanto de los vecinos como del personal de emergencia para actuar con rapidez ante cualquier posible situación de riesgo.
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