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Este viernes, los vecinos del barrio Los Altos de la localidad de Puerto Deseado vivieron un susto cuando un vehículo Peugeot comenzó a arder en pleno estacionamiento. El rápido accionar de los bomberos locales evitó una tragedia mayor, pero el incidente dejó en evidencia los riesgos latentes en una ciudad donde el viento y la sequía suelen ser aliados del fuego.
El llamado de emergencia llegó a primera hora de la tarde al Cuartel 22 de Bomberos de la Policía de Santa Cruz. Según los reportes iniciales, un automóvil Peugeot, había comenzado a incendiarse en la zona del motor mientras estaba estacionado en el barrio Los Altos, una zona residencial de la ciudad santacruceña.
La dotación actuó con celeridad y profesionalismo. Equipados con una línea de alta presión, lograron sofocar las llamas antes de que el fuego se extendiera a otros vehículos o estructuras cercanas. El incendio pudo controlarse en minutos, pero la situación era riesgosa por la proximidad de otros autos.
Aunque las causas del siniestro aún se investigan, las hipótesis preliminares apuntan a un posible fallo mecánico o una fuga de combustible. Lo cierto es que no hubo que lamentar personas lesionadas, ni civiles ni integrantes de la fuerza de seguridad que trabajaron en el requerimiento.
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