Se trata de Christian “El Iraquí” Sapper, el hombre de 30 años que el jueves pasado reconoció haber matado al vecino de Río Gallegos con la cinta de un llavero tras una discusión.
El caso fue uno de los más resonantes que se registró en nuestra ciudad capital en el 2019. El hecho se registró en el interior de la casa de Pablo Galeazzo, la víctima fatal, entre las 10 y las 11 de la noche del 27 de marzo de aquel año.
El jueves pasado, desde la Comisaría Segunda de Puerto San Julián, Sapper dio una confesión lisa y llana sobre los hechos que derivaron en su detención. Él estaba viviendo con desde hace pocos días con Galeazzo y, luego de una discusión en la que ambos se encontraban bajo el efecto del alcohol y las drogas, “El iraquí” lo asesinó.
Sapper tras ser detenido por la Policía. (Foto: Martín Muñoz Quesada)
En el fallo al que tuvo acceso La Opinión Austral, firmado por los jueces Joaquín Cabral, Enrique Arenillas y Eduardo López, apareció un testimonio que, hasta el momento, no era público: el del trabajador de un conocido pool de nuestra ciudad capital.
Tal como lo informó este diario, tras asesinar a Galeazzo, Sapper se fue a un bar y, cuando regresó, fue detenido por la Policía de Río Gallegos. En la resolución surgió el testimonio de quien lo atendió en el pool. Según él, “el iraquí” le dijo: “Hoy hubo muerte“.
Finalmente, el tribunal dio lugar al pedido de la Fiscalía y condenó a Sapper a ocho años de prisión.
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