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La tarde del lunes en Río Gallegos dejó una escena que, aunque pudo haberse convertido en un grave incidente, terminó evidenciando la importancia de la prevención y la rápida reacción ante una emergencia. Un vehículo comenzó a incendiarse en la calle Santa María de Oro al 34, pero la acción inmediata de su propietario logró contener el fuego antes de que se propagara. Minutos después, la División Cuartel N°1 de Bomberos de la Policía de Santa Cruz arribó al lugar para finalizar el operativo y asegurar el área.
Según pudo saber La Opinión Austral, el episodio ocurrió cuando una contingencia eléctrica provocó un foco ígneo en el interior del rodado. Las cámaras de seguridad del sector permitieron confirmar que el inicio del incendio fue completamente accidental. Ante las primeras llamas, el dueño actuó con rapidez: tomó un extintor portátil y logró controlar el avance del fuego, evitando que alcanzara otras partes del vehículo o se expandiera hacia la vía pública.
Cuando la dotación llegó con el móvil de intervención, el fuego ya había sido contenido, una situación poco habitual en este tipo de eventos. Según indicaron desde Bomberos, la actitud del propietario fue fundamental para reducir los daños y evitar riesgos mayores. El personal especializado procedió entonces a realizar el enfriamiento del área afectada, una tarea clave para asegurar que no quedaran puntos calientes que pudieran reavivar las llamas.
Además de los bomberos, se presentó personal de la División Comisaría Sexta, colaborando en la prevención y ordenando el tránsito mientras se completaban las labores en el lugar. La escena, que rápidamente despertó la curiosidad de los vecinos, sirvió también como recordatorio para la comunidad sobre la importancia de contar con elementos de seguridad en los vehículos.
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