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Un operativo coordinado por la Policía del Chaco permitió desarticular parte de una red delictiva que operaba en la capital provincial, con ramificaciones que alcanzan incluso hasta el sur del país. Las acciones se desplegaron luego de que una joven de 23 años denunciara haber sido víctima de un violento robo en la puerta de su casa, en el barrio La Toma de la localidad de Baqueras. Allí, según relató, fue abordada por cuatro hombres armados que la amenazaron, dispararon al aire y se llevaron su motocicleta Honda Wave 110 cc.
Lo que en un principio parecía ser un robo más en una ciudad atravesada por múltiples flagelos sociales, se convirtió en la punta del iceberg de una investigación mayor. Los agentes de la División de Investigaciones Complejas, tras obtener datos precisos aportados por la propia víctima, lograron identificar a dos de los presuntos agresores, lo que derivó en un pedido urgente de allanamientos en diferentes zonas de Resistencia.
El operativo principal se concentró en el barrio Santa Catalina, donde reside uno de los principales implicados: un hombre de 40 años identificado por sus iniciales D.W.R.M., conocido en el ambiente delictivo como el “Perro”. Según fuentes policiales, se trata de un sujeto de frondoso prontuario, ligado desde hace tiempo al narcotráfico barrial. En simultáneo, otro objetivo fue una vivienda ubicada sobre la calle Juan de Dios Mena al 2000, donde los agentes debieron forzar el ingreso con herramientas especiales y lograron detener a un segundo individuo: Z.L.A., de 37 años, oriundo de la provincia de Santa Cruz, sobre quien pesaba un pedido de captura vigente en el marco de una causa por daños en su jurisdicción de origen.
La participación de un prófugo santacruceño en este tipo de entramado delictivo encendió las alarmas en las fuerzas de seguridad, que no descartan vínculos entre redes delictivas interprovinciales. La detención de este hombre en un contexto narco-criminal en el norte del país es una muestra clara de cómo el delito trasciende fronteras provinciales, conectando realidades sociales complejas que, aunque distantes geográficamente, comparten problemáticas estructurales similares.
Durante el registro de la vivienda donde fue detenido el “Perro”, los efectivos encontraron una réplica de arma de fuego tipo Bersa, una campera negra con capucha —que coincidiría con la vestimenta descripta por la víctima del robo—, y procedieron al secuestro de elementos sumamente reveladores: un total de $1.045.000 en efectivo, 31 gramos de cocaína de alta pureza, un pequeño frasco con marihuana, un teléfono iPhone 16 Pro, una tijera de corte y hasta un contador de billetes, lo que refuerza la hipótesis de una actividad organizada y sostenida en el tiempo, vinculada a la comercialización de estupefacientes.
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