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Un principio de incendio registrado este miércoles en una vivienda ubicada sobre la calle Hipólito Yrigoyen, en pleno casco urbano de Río Gallegos, generó preocupación entre los vecinos y movilizó de inmediato a la División Cuartel Central de Bomberos de la Policía de Santa Cruz. La pronta respuesta de las dotaciones evitó que el siniestro escalara y se convirtiera en un episodio de mayor gravedad.

Según pudo saber La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, se pudo saber que el fuego se originó en el sector de cocina y comedor del inmueble, una zona que habitualmente concentra materiales inflamables y que suele ser crítica en este tipo de eventos. Tras el llamado de alerta, el personal se desplazó rápidamente en el Móvil 290, desplegando dos líneas de ataque para frenar el avance de las llamas. De manera simultánea, una unidad cisterna -el Móvil 695– aportó el caudal de agua necesario para sostener la tarea de enfriamiento y extinción.

La intervención se llevó adelante en cuestión de minutos, en un operativo coordinado que permitió controlar el foco ígneo sin que se registraran lesionados. El propietario de la vivienda no se encontraba en el lugar al momento del incidente, lo que facilitó el ingreso de los bomberos y redujo los riesgos operativos habituales en escenarios donde puede haber personas atrapadas o afectadas por el humo. Si bien los daños materiales fueron significativos en el área afectada, no se reportaron riesgos de derrumbe ni propagación hacia viviendas linderas.

La rápida dinámica del operativo reflejó la importancia de la capacitación y la respuesta inmediata ante emergencias domésticas, un tipo de siniestro recurrente en la ciudad, sobre todo durante los meses fríos donde el uso intensivo de artefactos de calefacción y cocina incrementa las probabilidades de incidentes. Los vecinos del sector, que observaron el despliegue desde la vereda, destacaron la velocidad con la que el personal arribó al domicilio, acción que sin dudas resultó determinante para contener el avance del fuego.

Finalizado el procedimiento, las dotaciones retornaron a la base sin novedades en el personal, dando por concluida una intervención que, de no haber sido atendida a tiempo, podría haber derivado en un escenario de consecuencias mucho más complejas.

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