Comenzó el juicio contra Jorge Vera, exinspector de Tránsito Municipal, acusado de embestir el auto de Rodrigo “Cokito” Oyarzo. Este martes, a partir de las 9 de la mañana, la Justicia empezará a juzgar al único detenido por el trágico choque que acabó con la vida del joven mecánico.
“Jamás quise quitarle la vida de nadie. Soy un padre de familia tengo a mis hijas, a mis nietas, a mi familia. Nunca quise que pase de sacarle la vida a nadie”, expresó el acusado esta mañana durante las primeras horas del juicio.
Y agregó: “Lamentablemente fue un accidente que nadie quería que ocurra. Quiero pedir perdón, sé que en este momento no va a haber nada que llene este vacío para ellos”.
La versión de Vera de lo ocurrido
El choque ocurrió el 5 de marzo del año pasado cuando Oyarzo, de 30 años, circulaba por una avenida principal junto a su pareja. Camino a su casa, su Volkswagen fue embestido por una camioneta conducida por Vera, que según las pericias iba a más de 90 km/h. El impacto fue fatal para Oyarzo, quien murió en el acto.
En la primera jornada del juicio, Vera dio su versión de los hechos, narrando desde su perspectiva los acontecimientos de esa trágica noche.
“Ese sábado, cuando llegó al trabajo, a las 1.45 hs más o menos, salieron un par de compañeros y me acuerdo que Damián Navarro que estaba jefe de división me dice que hay un evento que cubrir y que había que hacer un corte provisorio. Llevé a los chicos y una caja de elementos en la cual se encontraba el alcoholímetros, las fajas y los elementos que usamos para tránsito. Me asignaron en la zona de galpones de la ría y después de 15 minutos me llamaron para que dejara un par de conos en otra ubicación”,
Más adelante en su relato, tras explicar otros pormenores de esa noche, Vera comentó: “Generalmente todos los turnos de tránsito teníamos continuamente problemas con los controles, por la falta de respeto de los contribuyentes hacia los inspectores y entonces por eso tomamos la modalidad de ir dos móviles de apoyo, por una medida de seguridad”.
En ese sentido, continuó: “Cuando íbamos en el camino de la Av. San Martín los dos móviles, en la zona de centro cultural, no íbamos siguiendo nadie, yo lo tiro a pasar al otro móvil porque me volvieron a llamar que necesitaban un móvil de apoyo a la brevedad y cuando tiro a pasar aparece el vehículo de repente. Hice todo lo posible para no colisionarlo, tirándome hacia la izquierda y pisar el freno lo que más pude, para tratar en todo momento de evitar la colisión“.
“En ese momento tardé unos segundos para bajar, me quedé enganchado con el cinturón. Cuando me bajé fui a ver cómo estaban los conductores y volví al móvil, porque había quedado prendido y con la sirena grande, así que lo apago, lo dejo ahí y corto la marcha. Me voy de vuelta hacia donde estaba el auto colisionado y trato de meter el brazo por la ventanilla para saber en qué condiciones se encontraba el conductor, porque había una acompañante que se veía que estaba dentro de todo bien, estaba despierta y lo que hago es tocarle la yugular para ver si tenía pulso”, agregó Vera en su relato.
“En ese momento, lo toqué y vi que estaba desmayado, llamé a enseguida a tránsito, avisé que había personas atrapadas y pedí el equipo de rescate”, aseguró.
Y añadió: “Me quedé en todo momento en el lugar con ella (por la acompañante) hasta que llegó personal del hospital y ahí dejé que la gente especializada haga el trabajo que tenía que hacer”.
El caso que conmocionó a Río Gallegos, espera Justicia
El caso movilizó a la comunidad, que desde entonces exige una condena ejemplar. En el juicio que se desarrollará en el tribunal de Malaspina 40, vecinos que presenciaron el accidente prestarán declaración. Algunos testigos incluso grabaron el estado de shock de Vera tras el siniestro, material que será clave en la valoración de pruebas.
El tribunal, conformado por Jorge Yance, María Alejandra Vila y Marcelo Bersanelli, escuchará el testimonio de 49 testigos. La fiscal Verónica Zuvic encabezará la acusación, mientras que la defensa de Vera estará a cargo del abogado Jesús María Moroso, quien adelantó que su cliente planea pedir perdón a la familia de Oyarzo.
Según fuentes judiciales, el juicio incluirá una gran cantidad de pruebas técnicas, principalmente relacionadas con las pericias cinemáticas que confirman la alta velocidad a la que circulaba Vera antes del choque. Para la defensa, Vera no perseguía a nadie esa madrugada, sino que se dirigía con premura a asistir a sus compañeros.
La querella, representada por Matías Solano y Karen Cader, busca una condena por homicidio simple con dolo eventual, una figura legal que podría llevar a Vera a enfrentar una pena de hasta 25 años de prisión. El proceso se extenderá por al menos tres jornadas, según las estimaciones del tribunal.
La expectativa de justicia es alta. La familia de “Cokito”, amigos y gran parte de la comunidad de Río Gallegos aguardan con ansias una resolución que ponga fin a la larga espera por justicia, tras las incontables marchas y manifestaciones que se realizaron en su nombre.
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