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La mañana del jueves se tiñó de tensión en la ciudad de Río Gallegos luego de un violento siniestro vial que, por milagro, no terminó en tragedia. Una camioneta Toyota Hilux que circulaba rumbo a Güer Aike protagonizó un espectacular despiste y vuelco en plena extensión de la autovía 17 de Octubre sobre la Ruta Nacional N°3, a la altura del colegio Industrial N.º 6. Las gélidas condiciones de la calzada, producto de la intensa escarcha acumulada, fueron el detonante del accidente que, pese a la magnitud del impacto, no dejó víctimas fatales ni heridos de gravedad.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que eran cerca de las once de la mañana cuando el rodado, en el que viajaban dos trabajadores, se desvió bruscamente de su carril tras perder adherencia en un tramo crítico de la traza. La camioneta dio al menos un tumbo antes de quedar completamente detenida sobre la calzada, con evidentes daños estructurales.

La camioneta tras el hecho. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Ambos ocupantes, según trascendió, se dirigían por motivos laborales hacia la zona de Güer Aike y lograron salir por sus propios medios, aturdidos pero ilesos, lo que fue calificado por testigos como “un verdadero milagro”.

A pocos minutos del accidente, acudieron al lugar móviles de la Comisaría Sexta y personal de Tránsito Municipal para asistir a los involucrados y ordenar el tránsito en una vía que, a esa hora, registraba un flujo moderado pero constante. Mientras los peritos realizaban las tareas correspondientes y delimitaban el área para evitar nuevos incidentes, ocurrió un segundo episodio que puso en evidencia la peligrosidad de circular en esas condiciones.

Segundo incidente

Según pudo saber La Opinión Austral, una Renault Duster, que transportaba a cuatro personas, también perdió el control al intentar sortear el operativo policial desplegado en la zona. El vehículo terminó despistado sobre una banquina, afortunadamente sin consecuencias para sus ocupantes. Aunque el segundo siniestro no fue tan aparatoso como el primero, dejó al descubierto la falta de adherencia generalizada en el tramo, lo que multiplicó las alertas entre las autoridades.

La Duster tras el despiste. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Tras los hechos, tanto desde la Policía provincial como desde el área de Tránsito Municipal se reiteró un pedido urgente: la aplicación de sal u otro compuesto químico sobre la calzada para facilitar la adherencia de los neumáticos en las primeras horas del día, cuando las temperaturas descienden a niveles extremos y convierten la ruta en una trampa mortal.

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