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Una madrugada que comenzó como una salida recreativa de pesca terminó convirtiéndose en un operativo de rescate que movilizó a varias unidades de emergencia en Puerto Deseado. Este lunes 24 de noviembre, pasadas las primeras horas de la noche, personal de guardia de los cuarteles de Bomberos N°22 y recibió un llamado anónimo que alertaba sobre un grupo de pescadores que había quedado varado en la zona costera conocida como Caballo Muerto, un sector aislado y de difícil acceso próximo a una estancia muy reconocida de la región.

De inmediato, las unidades se desplazaron hacia el lugar, acompañadas por personal de Vialidad Provincial. Según pudo saber La Opinión Austral, al arribar, constataron que una camioneta Ford Ranger, utilizada por el grupo para llegar al sector de pesca, había quedado profundamente encallada en el barro característico de la zona costera. El rodado estaba prácticamente inutilizado, sin posibilidad de tracción y con riesgo de quedar aún más atrapado por la humedad y el terreno inestable.

Los móviles oficiales junto a la Ranger. FOTO: ALBERTO QUINTANAL

En el vehículo se encontraban cinco personas: tres adultos y dos menores de edad que, ante la imposibilidad de continuar el camino de regreso, solicitaron ayuda a través de un aviso telefónico. Si bien el grupo se encontraba en buen estado general, la combinación de la oscuridad, el aislamiento y las dificultades del terreno representaba un riesgo que requería intervención inmediata.

Los efectivos desplegaron un operativo técnico que incluyó la utilización de un malacate para liberar la camioneta. El procedimiento demandó coordinación, precisión y un manejo cuidadoso del equipo debido a la poca visibilidad y a la estructura barrosa del suelo, que dificultaba cada movimiento. Tras varios minutos de trabajo sostenido, lograron remover el rodado y permitir que la familia retomara su camino de manera segura.

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