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El atardecer del domingo en la capital santacruceña estuvo a punto de teñirse de humo y preocupación. Pasadas las 19:30 horas, un llamado alertó a la División Cuartel 2 de Bomberos de la Policía de la Provincia de Santa Cruz sobre un incendio incipiente en un contenedor de residuos domiciliarios ubicado en una zona urbana de Río Gallegos.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que la dotación se trasladó de inmediato hasta el lugar, y gracias a una intervención ágil y profesional, logró controlar las llamas en cuestión de minutos. Aunque no hubo personas heridas ni daños materiales de consideración, el evento encendió las alarmas respecto de una práctica doméstica que, por descuido o desconocimiento, puede derivar en consecuencias mucho más graves: el descarte de brasas calientes en cestos de basura.

Según indicaron fuentes oficiales, el origen del fuego fue claramente identificado. Vecinos del sector habrían arrojado cenizas y restos de brasas todavía encendidas al contenedor, sin esperar a que se enfriaran completamente. Al estar en contacto con plástico y otros materiales combustibles, el calor remanente generó la combustión.

Desde el cuartel de Bomberos reiteraron una serie de recomendaciones que conviene tener muy presentes. La principal: no desechar cenizas hasta comprobar que están totalmente frías, y preferentemente mojarlas antes de tirarlas. También se aconseja evitar colocarlas en contenedores de plástico o próximos a elementos fácilmente inflamables, como papeles, cartón, bolsas o maderas, indicaron en un comunicado.

 

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