El Tribunal Oral en lo Criminal Federal condenó a seis años de prisión a Héctor Herrera Peguero por transportar más de 700 gramos de cocaína en un colectivo de larga distancia con destino a Río Gallegos. González y García, que lo acompañaban, recibieron tres años en suspenso.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Cruz dio a conocer el fallo a tres personas por el delito de transporte de estupefacientes (Art. 5, inciso “c”, de la Ley 23.737).
El caso data del año 2016, cuando los tres imputados fueron aprehendidos el 16 de abril a la mañana, en un control vehicular realizado en el ingreso a la localidad de Comandante Luis Piedra Buena, por personal de Gendarmería Nacional. Transportaban más de 700 gramos de cocaína en sus maletas en un colectivo de larga distancia que tenía como destino final la ciudad de Río Gallegos.
El juicio comenzó el lunes y ayer, tras varios cuartos intermedios llevados adelante por pedidos y solicitudes de las defensas de los imputados, las autoridades del Tribunal resolvieron condenar con prisión efectiva a uno de ellos y otorgarle prisión de cumplimiento en suspenso a los otros dos.
El sujeto condenado es Héctor Herrera Peguero de 46 años de edad y oriundo de República Dominicana. Tras su aprehensión en 2016 fue alojado en la Unidad Penitenciaria Federal N° 15 de Río Gallegos, luego de que se lo procesara por el delito del que se lo imputa, ya que además cuenta con antecedentes y causas similares.
Peguero recibió la pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo, por considerarlo autor penalmente responsable del delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de participantes, declarándolo reincidente por primera vez (art 5, inc. C, y 11, inc. C, de la ley 23737 y artículos 45 y 50 del Código Penal).
En tanto, Matías Sebastián González (28) y Iohana Fabiola García (34 pareja de argentinos que iba junto a Herrera Peguero en el colectivo, ambos recibieron la pena de tres años de prisión de cumplimiento en suspenso, por considerarlos partícipes secundarios del delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de participantes.
A ambos se les impuso, por el plazo de tres años, la obligación de fijar domicilio y someterse a controles, además de abstenerse de consumir sustancias estupefacientes y abusar de las bebidas alcohólicas.

El hecho
Los tres condenados viajaban en un colectivo de la empresa Vía Tac cuando al llegar al control vehicular de Gendarmería, el personal actuante no los encontró en la lista de pasajeros, lo que motivó las primeras sospechas. Además, cuando se pidió la documentación a González, este se mostró nervioso y titubeante.
Repartidos entre las pertenencias de los tres se encontraron envases metálicos de desodorantes y aerosoles con un “peso inusual” y no utilizables, ya que estaban cerrados con una especie de pegamento y olían a “alcohol”. Por este motivo se dio intervención a personal idóneo de la fuerza para realizar pericias y, posteriormente a abrirlos con pinzas, se encontró un “gel” que, sometido al narcotest, arrojó resultados positivos para clorhidrato de cocaína, por un peso total de 735 gramos.
La investigación, además, corroboró el vínculo de los implicados, determinando que los tres eran vecinos del barrio San Telmo de Buenos Aires y uno vivían a escasos metros de los otros. Asimismo, los pasajes adquiridos para el colectivo (Trelew-Río Gallegos) fueron comprados a la misma hora el 15 de abril. También se pudo determinar que viajaron juntos vía aérea desde Buenos Aires a Puerto Madryn.
En el periodo instructivo, en las declaraciones indagatorias, hubo contradicciones. García y González manifestaron desconocer el contenido de los elementos incautados, el segundo agregó que los llevaban en su equipaje por pedido de Herrera Peguero.
El joven dijo además que al sujeto dominicano lo conocía hacía tres años y era un vecino de confianza, y reconoció que viajaron juntos en cada tramo. Mientras que Herrera Peguero dijo que viajaba solo y que se encontró con ellos “de casualidad”. Según se supo, este iba a pagarle cierto dinero a la pareja argentina por realizar esta “entrega” de cocaína, que tenía como destino final la ciudad de Ushuaia.

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