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El 20 de febrero del año 2020 fue un día muy duro en la zona norte de la provincia de Santa Cruz. Una mujer ensangrentada le pidió ayuda a vecinos de la localidad de Puerto Deseado debido a que la habían atacado en la zona costera y se habían llevado a su hijo de 4 años. María Subelza fue víctima de un robo, de una violación, golpes en la cabeza y dada por muerta; su hijo Santino fue golpeado con una piedra en la cabeza y arrojado desde una considerable altura.
Omar Alvarado, el principal culpable, que violó a la turista y luego mató al nene, fue detenido, trasladado hasta la Comisaría Cuarta de la localidad de Caleta Olivia, lugar donde alojan a los acusados de cometer delitos contra la integridad sexual de las personas, y se quitó la vida al cumplirse exactamente un mes del crimen que causó una fuerte conmoción a lo largo y ancho del país argentino. El hombre de 33 años padecía esquizofrenia y, luego de cometer los delitos, fue a un negocio a comprar un vino.


Por otro lado, Javier Machado, que en ese momento tenía 16 años y ayer cumplió 22, quedó detenido con prisión preventiva, fue condenado por los jueces Mario Albarrán, Jorge Alonso y Juan Pablo Olivera de la Cámara Criminal de la zona norte, y aún se encuentra alojado en las instalaciones de la Unidad Penitenciario N° 2 de la ciudad de Río Gallegos. “Está con el resto de la población, bajo un régimen penal, estamos para su resguardo”, dijeron fuentes policiales a La Opinión Austral.
Escalofriantes detalles
Javier Machado, que fue declarado culpable como coautor por los delitos de robo agravado por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de armas, femicidio agravado por haber sido cometido para ocultar otro delito en grado de tentativa y calidad de partícipe necesario, y homicidio agravado por haber sido cometido para ocultar otro delito, había declarado que su intención no era hacer daño y dijo que solo querían robar porque necesitaban dinero.
Machado dijo que él no vio como Alvarado mató al nene y comentó que cuando fue a ver a la mujer se dio cuenta que estaba desmayada, pero le dijo a su compañero que estaba muerta, sobre este momento, María recuerda que “le patearon el cuerpo” y luego se desmayó. Santino murió a raíz de “hemorragia cerebral severa por traumatismo craneoencefálico grave por múltiples golpes”, según resultó de la autopsia hecha por el forense.
Para la Justicia quedó comprobado que Alvarado y Machado hicieron caminar hasta una zona de las rocas más oscuras y ocultas, Alvarado empujó e hizo caer al suelo a María, la ató y amordazó con los cordones y las media de Santino, le robó y la violó. Después, Alvarado le pegó con dos piedras en la cabeza para matarla y se llevó al nene para quitarle la vida. Todo eso sucedió mientras Machado sostenía al nene que gritaba y lloraba pidiendo que “no maten a mi mamá“.
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