Río Gallegos no sale de la conmoción y la incertidumbre, tras conocerse un brutal y cruento hecho de sangre por el que falleció un joven de 28 años de edad.

Se trata del homicidio de Franco Cuevas, el padre de una beba que encontró la muerte tras haber ido a increpar a un empresario que vivía a metros de su casa del barrio Del Carmen, y ser abatido de cuatro disparos por la espalda.

Por el caso se encuentra detenido Roberto “Tuiti” Neil, un hombre de 41 años, propietario de una concesionaria de autos ubicada en la calle French del populoso barrio capitalino.

Franco Cuevas tenía 28 años al momento de su muerte.

Tal como lo informó La Opinión Austral, el lamentable suceso ocurrió en la mañana del viernes en el interior de la agencia de autos. Precisamente en el sector izquierdo, teniendo como referencia la entrada principal del lugar.

Por ese sitio entró Franco junto a un perrito de dos meses. Algunas versiones indicaron que se encontraba en estado de ebriedad cuando se enfrentó a Neil por el reclamo del terreno en el que vive su mamá, apenas a metros de la agencia, sobre la esquina de French y Congreso.

Para entender el contexto de la situación, desde el 2020 existe una “puja judicial” entre Rosa Zúñiga, madre de Franco, y Roberto Neil, ya que el empresario habría comprado “de buena fe” parte del terreno de la casa de la mujer y la Justicia había ordenado su desalojo.

El arma de Franco Cuevas. Roberto Neil se la quitó y lo asesinó en su agencia de autos. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL.

Rosa habría caído en un cuadro de depresión y, según justificaron desde el círculo íntimo de la víctima, él había visto a su madre llorar las noches anteriores a la jornada del hecho que terminó cobrándole la vida. Incluso la mujer expresó esas situaciones en declaraciones al móvil de LU12 AM680, en una transmisión que se encuentra disponible en el Facebook de La Opinión Austral y www.laopinionaustral.com.ar.

Durante toda la jornada del viernes se hicieron pericias en el lugar del suceso. Cuando las autoridades arribaron, Neil arrojó el arma unos metros más adelante y se entregó a los efectivos que lo trasladaron a la Comisaría Segunda.

Familiares y amigos de Cuevas, indignados tras conocer la noticia. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL.

En el lugar estuvieron presentes Marcela Quintana del Juzgado de Instrucción Penal N° 1, el fiscal José Antonio Chan y jefes de la cúpula policial para coordinar las diligencias en el interior de la agencia. Actualmente, la concesionaria continúa cerrada y, tal como lo muestra la foto que ilustra esta nota, sólo cuenta con una cinta de clausura, las camionetas que quedaron sobre la explanada también cuentan con fajas de secuestro. Todo está siendo supervisado por un auto que hace las veces de consigna policial “invisible”.

El arma que terminó con la vida de Franco es un revólver marca Smith & Wesson calibre 38 especial y fue secuestrada por Criminalística que contaba con su número de serie intacto. Fuentes judiciales consultadas adelantaron que, hasta el momento, no se pudo establecer el titular.

La jueza Marcela Quintana al llegar al lugar de los hechos. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL.

Lo cierto es que para la jornada de este lunes se espera que Neil, quien ha pasado las últimas noches en la Comisaría Segunda, sea llevado a las instalaciones del Juzgado de Instrucción N°1, para que sea indagado y tenga su oportunidad de dar su versión de los hechos.

En el mismo sentido, se aguarda por el resultado de una pericia importantísima para la causa: la del barrido electrónico practicado en el brazo de Neil, extremidad con la que habría accionado el arma para terminar arrebatándole la vida al joven.

Respecto de la víctima, hasta entrada la tarde del domingo, no había novedades sobre su sepelio. Desde la familia habían adelantado a este diario que realizarían el velorio en su vivienda

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