Antes de la conmovedora escena entre el hijastro del comerciante asesinado y su pareja, Susana Reina observó una por una las fotos de la escena del crimen. Mientras se ofrecían precisiones sobre las imágenes, la viuda se mostró consternada y se tapaba la cara a medida que avanzaba la secuencia.

“ESCENA DE AMOR EN PLENO JUICIO”

Ya en la tarde de ayer, el testimonio de Patricia Acosta, la esposa de José Maximiliano, fue otro de los más relevantes del jueves. Apenas ingresó, su marido se ruborizó y, luego de unos momentos, lloró un poco.

 

Acosta fue consultada sobre cómo se enteró del hecho y lo que hizo después. Dijo que acompañó a José a dejar un cartel de “cerrado por duelo” en Casa Maillo y que él se metió a la oficina de su papá unos minutos, sin llevarse nada.

 

Antes de levantarse, Patricia, entre lágrimas, le preguntó al tribunal si podía darle un beso a su esposo. Ahí, José finalmente se quebró y fue consolado por “Luigi”. El beso llegaría después, tras un cuarto intermedio.

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