Una mujer salteña deberá pagar una multa y hacer trabajo comunitario en un hogar de niños de esa provincia, si no quiere terminar tras las rejas por una causa de droga.

Se trata de un caso que fue resonante en Río Gallegos debido a sus particularidades cuando, en febrero del 2020, todas las alarmas se encendieron en el Hospital Regional tras el hallazgo de tres envoltorios de cocaína que habían sido encontrados en el baño de la guardia.

La causa tiene como acusada a una mujer de apellido Rollano que estaba viajando desde el norte del país, en dirección a la localidad de Ushuaia y, en un momento dado, se sintió descompuesta cuando el colectivo de larga distancia pasaba por nuestra ciudad capital.

Ella fue trasladada al centro asistencial y, antes de ser revisada por los profesionales de la salud, pidió permiso para ir al baño. Allí dejaría abandonada la droga con un pesaje total de un kilo.

Si bien Rollano está procesada, ella está sin prisión preventiva. Esta semana, en una audiencia a través de videollamada, la acusada elevó como propuesta el pago de una multa de dos mil pesos además de la realización de trabajos comunitarios. La solicitud fue aprobada por el Tribunal Oral Federal que dispuso la suspensión del juicio por el término de un año

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