Your browser doesn’t support HTML5 audio
La comunidad de Río Turbio sigue conmocionada por la muerte de Guillermo Páez, de 30 años, un joven muy conocido en la localidad. Con su pareja detenida y la justicia analizando si se alteró la escena, el caso mantiene en vilo a Santa Cruz.
La Cuenca Carbonífera, donde el clima frío a menudo marca el pulso de la noticia y se convierte en tema de conversación cotidiana, atraviesa días de tensión e incertidumbre que van mucho más allá de la nieve que cayó la semana pasada. La localidad de Río Turbio se ha visto sacudida por un hecho desgraciado: la muerte de Guillermo Páez, de 30 años, en circunstancias que, hasta el momento, no están del todo claras para la justicia.
El hermetismo judicial
Desde el fin de semana pasado, la pareja de Guillermo, una mujer oriunda de 28 de Noviembre, se encuentra detenida. La Justicia, que ha demorado su accionar en los primeros momentos, la llamó a declarar el lunes por la tarde. Sin embargo, la mujer se negó a hacerlo, amparándose en su derecho constitucional. A pesar de su silencio, la detención se mantiene firme mientras el tiempo corre para definir su situación procesal.
El caso está siendo seguido por la jueza Romina Frías, quien actualmente está a cargo de los dos juzgados de la localidad y la Cuenca, incluyendo 28 de Noviembre. Cabe destacar que Frías es la titular del Juzgado de Familia y está subrogando el cargo, ya que la jueza Betina Bustos se jubiló hace aproximadamente dos meses, generando un proceso de transición en el ámbito judicial local. La defensa de la detenida está a cargo del defensor oficial, Sebastián Fernández, quien se incorporó al sistema judicial en febrero. La ley procesal le otorga a la jueza un plazo de diez días para resolver la situación, por lo que el caso todavía está dentro de los términos legales.
La voz de la familia y la escena del ¿crimen?
La familia Páez es un pilar de la comunidad de Río Turbio. Guillermo y sus hermanos son conocidos por ser muy trabajadores, y su madre, es una reconocida trabajadora del hospital. La cercanía del hecho fue tal que el hogar familiar se encuentra a media cuadra de donde ocurrió el suceso.
Los familiares fueron esenciales para modificar el curso inicial de la investigación. Cuando se conoció la noticia, el parte de prensa oficial de la Policía de Santa Cruz circuló con la carátula de un “posible suicidio”. Sin embargo, el hermano de Guillermo, Carlos Páez -uno de los primeros en llegar a la escena y quien vive muy cerca de la vivienda de su madre-, intercambió mensajes con la prensa para corregir esa primera versión. Carlos fue enfático: “Mi hermano no estaba solo”. Gracias a la insistencia del hermano, se logró confirmar que había una persona detenida, que era justamente su pareja.
A diferencia de otros casos resonantes en la provincia, como el caso Padrón (NdeR: Juan Manuel Padrón fue asesinado por su pareja en un caso de legítima defensa que se registró en el 2021 en Río Gallegos), donde trascendió que existía una historia de violencia previa, las fuentes familiares en el caso Páez no han mencionado inconvenientes o una relación problemática o tóxica según contó este jueves la periodista local Janina Ramos, en declaraciones a LU12 AM680.
El dato que desplazó la teoría del suicidio
El elemento más contundente que pone en jaque la versión inicial y apunta a una posible alteración de la escena se conoció unas 48 horas después del hecho. El cuerpo de Guillermo fue encontrado tendido sobre su cama. Sin embargo, el arma utilizada, clasificada como “arma blanca”, no estaba en la habitación. Fuentes policiales confirmaron que el arma fue secuestrada de la pileta de la cocina, es decir, de la mesada, y se encontraba con manchas de sangre.
Este hallazgo -que un arma vinculada a la muerte de una persona encontrada en una habitación se halle en la cocina- abre la fuerte sospecha de que la escena pudo haber sido “alterada o limpiada“, un detalle que no es menor en la investigación.
Mientras la comunidad de Río Turbio lamenta la pérdida de un joven de 30 años, el foco de la atención se posa en el juzgado local. La jueza Romina Frías tiene en sus manos la decisión de determinar en qué circunstancias se produjo la muerte de Guillermo Páez y qué define respecto de la situación procesal de la mujer que permanece detenida, sindicada como posible responsable.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario