Roberto Verdugo Vargas había ido a bailar a una disco de la ciudad de Punta Arenas. Salió del lugar con otro sujeto y nunca más volvieron a verlo. Eso sucedió en la madrugada del pasado 14 de enero.
La familia del joven de apenas 21 años había lanzado su búsqueda, que terminó con el peor final. Vargas fue encontrado asesinado dentro de una casa ubicada en el sector de la Villa Nelda Panicucci, donde vivía Adalio Mansilla Quinchamán. Según informó Carabineros, alrededor de las 15 horas del sábado, una mujer solicitó la presencia de personal policial, asegurando que su hijo había matado a otra persona.

Vecinos del lugar aseguraron a La Prensa Austral que el hombre en cuestión habría golpeado puertas solicitando un martillo y un serrucho. Horas después, salió del inmueble con sangre en su ropa. Carabineros confirmó que el principal sospechoso del crimen habría confesado su autoría y aseguró haber descuartizado a la víctima.
El aterrador prontuario del descuartizador de Punta Arenas
Según consignó La Prensa Austral, Quinchamán tiene 29 años, nació en Punta Arenas y sus antecedentes datan desde 2009, cuando se vio envuelto en el asesinato de Oscar Ojeda Loncomilla. Allí fue condenado como coautor del delito de homicidio calificado a la pena de 5 años de cárcel de internación de régimen cerrado con programa de reinserción social, en la cárcel juvenil de Río de los Ciervos.
En 2013, aprovechó un beneficio carcelario que le permitió salir los fines de semana para quebrantar su condena, no retornando a su lugar de su reclusión.

Ya en junio de 2015, Quinchamán fue detenido por apuñalar y matar a su amigo, Claudio Donoso Donoso, en la población Nuevo Horizonte. Por este crimen, recibió una pena de 10 años de cárcel, la que debería haber cumplido en 2025. Sin embargo, en octubre de 2021, la Comisión Especial de la Corte de Apelaciones le otorgó la libertad condicional.
Durante el juicio por el asesinato de Claudio Donoso, uno de los tres jueces había considerado que el hombre tenía sus “facultades mentales alteradas”, lo que habría mermado su imputabilidad en el crimen. El informe psicológico señalaba que el sujeto presentaba un desorden mental de tipo psicótico.
En agosto de 2022, Mansilla Quinchamán se volvió a involucrar en un hecho policial, cuando en la vía pública, específicamente en la esquina de las avenidas Circunvalación y Salvador Allende, golpeó despiadadamente al conductor de un camión a quien dejó con lesiones graves.
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