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Un incendio que conmocionó a los vecinos de Río Gallegos en la fría noche del 17 de agosto tuvo un origen intencional. Ahora, la Policía de Santa Cruz trabaja contrarreloj para identificar a los autores materiales del siniestro.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas se pudo saber que el hecho ocurrió cerca de las 23:23 horas, cuando un llamado de urgencia alertó sobre un incendio en una vivienda ubicada en la calle Duncaman al 700. En pocos minutos, un móvil de la División Cuartel 24 de Bomberos de Río Gallegos llegó al lugar y se encontró con un escenario complejo: dos focos ígneos avanzaban de manera simultánea, uno sobre un galpón de 5 por 4 metros construido con materiales livianos y otro sobre una vivienda de 7 por 5 metros, también precaria y recubierta con chapas acanaladas. La situación exigió un despliegue inmediato y coordinado para evitar que el fuego se propagara hacia otras propiedades de la cuadra.
Se registraron dos focos ígneos simultáneos, en construcciones precarias de material liviano y chapas.
Los bomberos montaron un operativo con dos líneas de 38 milímetros, reforzadas por apoyo hídrico de otras unidades, lo que permitió contener las llamas después de varios minutos de intenso trabajo. Una vez controlada la emergencia, se dispuso una consigna policial para preservar la escena y permitir que las pericias pudieran llevarse adelante con luz natural al amanecer.
Fuentes consultadas por La Opinión Austral confirmaron que las primeras diligencias periciales arrojaron un dato clave: el incendio fue intencional. Los investigadores ya analizan las cámaras de seguridad de la zona que podrían haber registrado la llegada de los sospechosos, el momento del ataque y la posterior fuga. Paralelamente, se están tomando testimonios de vecinos y de los damnificados, con el objetivo de reconstruir la secuencia de lo ocurrido y avanzar hacia la identificación de los responsables.
En el lugar del hecho se hicieron presentes el Superintendente de Bomberos y personal de la División Comisaría Séptima, quienes coordinaron las acciones junto a los peritos. El operativo, que se extendió hasta pasada la medianoche, dejó en claro la gravedad del episodio y la preocupación que genera en la comunidad la confirmación de que se trató de un incendio provocado.
Se revisan cámaras de seguridad y se toman testimonios de vecinos y damnificados.
Los vecinos del barrio La Herradura, aún conmocionados, destacaron la rapidez con la que actuaron los bomberos para evitar que las llamas alcanzaran otras viviendas. Sin embargo, el miedo se instaló en las calles: la idea de que alguien haya prendido fuego intencionalmente en plena noche genera alarma y reabre el debate sobre la seguridad en los barrios periféricos de la capital de Santa Cruz, donde la precariedad habitacional expone a las familias a mayores riesgos.
El caso está en plena investigación y por estas horas los esfuerzos se concentran en dar con los autores del ataque. Las autoridades provinciales remarcan que el esclarecimiento del hecho será clave no solo para llevar tranquilidad a los damnificados, sino también para evitar que este tipo de acciones se repitan en la ciudad.
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