Esta semana, la Cámara Oral de Río Gallegos, llegó a los 50 juicios, entre comunes y abreviados, en lo que va del año. El dato positivo se ve manchado debido a las características de estos debates ya que la gran cantidad de ellos corresponden a delitos sexuales.
De acuerdo a fuentes consultadas por La Opinión Austral, por mes ingresan a Cámara diez causas que fueron elevadas a juicio y, en promedio, siete de ellas corresponden a agresiones sexuales contra menores.
Este jueves comenzó el debate de valoración de pruebas contra un hombre que, desde hace años, se encuentra tras las rejas tras haber sido denunciado por haber sometido a sus propios hijos a vejámenes indescriptibles y que, en su momento, alarmaron a los trabajadores que prestan funciones en el Juzgado que instruyó la causa.
Se trata del caso de MA, un hombre sobre quien pesa una caratula extensísima y quien, además de haber abusado de sus hijos durante años, les dejó secuelas psicológicas que, hasta el día de hoy, los afectan.
Tal como lo adelantó La Opinión Austral, MA iba a ser enjuiciado en abril pero, por cuestiones personales de su abogada, el debate se pospuso hasta la jornada de ayer, cuando fue sentado en el banquillo de los acusados.
MA es un trabajador municipal que trabajaba en el cementerio y la caratula en su contra es: “corrupción de menores triplemente agravada por la edad de la víctima, por amenazas y por ser, el autor, encargado de la guarda en concurso real con abuso sexual, con acceso carnal agravado por el vínculo, en concurso real con acceso carnal agravado por el vínculo, en concurso real con corrupción de menores triplemente agravada por la edad de la víctima”. En caso que se acrediten todos los agravantes, podría tener una pena altísima si el tribunal así lo considera, tras el pedido de las partes involucradas.
La causa se remonta al año 2021, cuando la madre de los pequeños juntó valor y denunció a esta persona por violencia de género. En ese entonces, la Justicia dictó una perimetral para el acusado. En ese marco, fue que los menores de edad se animaron a contarle a su mamá lo que padecían cuando se quedaban al cuidado de su padre. Las niñas, de unos 13 y 10 años, y el niño (4) eran sometidos a gravísimos vejámenes por parte del hombre. Además de estas tres víctimas, existe una cuarta: una hija -fruto de otro matrimonio- quien ya es mayor de edad.
El debate comenzó pasadas las nueve de la mañana y el tribunal estuvo conformado por Jorge Yance, como presidente, Joaquín Cabral como vocal titular y Diego Lerena, éste último como vocal subrogante debido a la ausencia de María Alejandra Vila por cuestiones personales.
El fiscal de Cámara fue José Antonio Chan quien estuvo con Analía Molina como jefa de despacho. La querella fue representada por Cristian Arel quien, en la previa, había adelantado a este diario que esperaba una condena ejemplar contra MA y Yamila Borquez veló por los derechos y garantías del acusado.
Según pudo saber este diario, el acusado usó su derecho a no dar su versión de los hechos. Incluso se mantuvo en silencio durante toda la jornada escuchando atentamente como se desarrollaba el juicio y no se pudo hacer un debate abreviado. La audiencia continuó y se tomaron testimoniales a personas propuestas por las partes.
Debido a lo extenso de algunas declaraciones y la ausencia de algunos testigos propuestos por la defensa, el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta la mañana de este viernes, cuando se sumen más testimoniales y, posteriormente, los alegatos y pedidos de pena por parte de las partes
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