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En una demostración de profesionalismo y empatía, el personal de la División Cuartel 2 de Río Gallegos protagonizó dos intervenciones en menos de un día para salvar a mascotas en peligro. Un gato atrapado en lo alto de un árbol y un perro enredado entre vidrios rotos y rejas fueron los protagonistas de estas historias con final feliz, gracias a la rápida acción de los bomberos locales.
La noche del domingo, los vecinos de la capital de Santa Cruz fueron testigos de una escena que mezcló tensión y alivio. Un felino, quizá asustado por el bullicio urbano o persiguiendo algún pájaro, quedó varado en la copa de un árbol, sin poder bajar. El llamado de alerta movilizó al personal de la División Cuartel 2 de Bomberos, quienes desplegaron una escalera para alcanzar al animal. Con paciencia y pericia, lograron rescatarlo y devolverlo sano y salvo a sus dueños, quienes no ocultaron su agradecimiento.


Pero la labor no terminó ahí. En la mañana del lunes, otra emergencia animal requirió su atención: un perro había quedado atrapado entre los cristales rotos de una ventana y las rejas de seguridad de una vivienda. El riesgo de que el animal se lastimara con los vidrios era inminente. Los bomberos, tras dialogar con testigos en el lugar, procedieron a abrir la puerta de ingreso para acceder al can. La operación fue exitosa, y el inquilino de la casa —quien explicó que el perro se había extraviado la noche anterior— recuperó a su compañero de cuatro patas sin mayores contratiempos.
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