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Esta semana, el Tribunal Oral Federal de Río Gallegos se convertirá en el escenario de un juicio que ha generado una ola de indignación y consternación en la comunidad pesquera argentina. Alejandro Di Rollo, capitán del pesquero de origen chino Xin Shi Ji 89, se enfrenta a graves cargos de “facilitación de la propagación de una enfermedad infectocontagiosa y abandono de persona seguida de muerte“. El juicio, que se desarrollará los días 11, 12 y 13 de septiembre, es el resultado de una serie de eventos trágicos que han sacudido la opinión pública y puesto en evidencia la falta de responsabilidad y ética de quienes están al mando de embarcaciones en alta mar.
El caso en cuestión gira en torno a la muerte de Manuel Quiquinte, un experimentado jefe de máquinas de 67 años que falleció el 5 de mayo de 2021 mientras se encontraba a bordo del Xin Shi Ji 89. Quiquinte, quien había embarcado en Mar del Plata para lo que se perfilaba como uno de sus últimos viajes antes de su jubilación, presentó síntomas de COVID-19 poco después de zarpar el 13 de abril de 2021. A pesar de sus advertencias al capitán Di Rollo sobre su deteriorado estado de salud, el capitán desestimó la gravedad de la situación, minimizando los síntomas y calificándolos como simples resfriados. En una grabación que ha salido a la luz como evidencia clave, Di Rollo insistió en que el problema se resolvería con paracetamol y que el virus era “solo una gripe” que debía pasar con el tiempo.
A medida que los días avanzaban, la salud de Quiquinte se deterioró de manera alarmante. A bordo del pesquero, el personal no contaba con los recursos ni la capacidad para brindar la atención médica necesaria. La falta de una respuesta adecuada y la negligencia del capitán resultaron en una tragedia que pudo haberse evitado con una actuación correcta y oportuna. Manuel Quiquinte murió sin haber recibido el tratamiento adecuado, dejando a su familia devastada.
Tras la muerte de Quiquinte, el Xin Shi Ji 89 cambió su rumbo y se dirigió a Punta Quilla para desembarcar el cuerpo del fallecido en Puerto Deseado. Los tripulantes restantes, tanto argentinos como chinos, fueron sometidos a una cuarentena obligatoria a bordo del pesquero mientras las autoridades argentinas tomaban el control del caso. El incidente no solo puso en evidencia las fallas en la gestión de crisis a bordo de embarcaciones pesqueras, sino que también desató un debate sobre el compromiso y la responsabilidad de los líderes en situaciones de emergencia.
Fuentes judiciales indicaron que, siempre supeditado a lo que pueda surgir del debate, se programaron tres días de audiencia en las instalaciones del primer piso del edificio ubicado en Kirchner y San Martín.
La comunidad pesquera argentina ha estado siguiendo de cerca el desarrollo de este juicio, y el caso de Manuel Quiquinte ha generado un clamor por justicia. El juicio a Alejandro Di Rollo no solo se trata de establecer responsabilidades en este caso particular, sino también de enviar un mensaje claro sobre la importancia de la seguridad y el bienestar de las tripulaciones en alta mar.
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