“Reina, sí. Pasa por mi casa que te muestro la ropa que estoy vendiendo”, fue lo que una joven emprendedora de Río Gallegos le dijo a una potencial clienta, luego que esta última se mostrara interesada en hacer una generosa compra.
Todo se registró en la jornada del viernes, pasadas las ocho de la noche, cuando unas vecinas de nuestra ciudad pactaron juntarse en un showroom (NdeR: una tienda de ropa informal) en la periferia capitalina, en el populoso barrio Bicentenario II.
Una secuaz estaba en el auto e intentó escapar tras la llegada de los patrulleros.
La situación era normal. La emprendedora ofrece prendas de vestir para todas las edades a través de Facebook y acepta diferentes medios de pago, entre ellos el de billeteras virtuales. Pasada la hora señalada, la potencial clienta llegó junto a una amiga al lugar emplazado en la esquina de las calles 38 y 27, en el límite entre el Bicentenario II y el San Benito.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que la clienta llegó a bordo de un Chevrolet Cobalt, hizo una compra que superaba los 105 mil pesos e intentó irse sin abonar ni mostrar el comprobante.
“Yo te voy a pagar, déjame que guarde las cosas en el auto”, le dijo la agresora a la vendedora para dejarla tranquila y poder alejarse del lugar sin pagar. Fue en este momento en que la víctima tomó del brazo a la agresora y comenzaron con un forcejeo.
La clienta sacó de entre sus pertenencias un cuchillo de cocina y atacó a la vendedora en uno de sus brazos. Todo ocurrió en la vía pública y los vecinos fueron los que solicitaron colaboración a las autoridades para calmar la situación y que esta no pasara a mayores.
El arma blanca con que la vendedora fue atacada fue secuestrado por la Policía.
En el caso intervino rápidamente el personal de la Comisaría Séptima de Policía. Debido a las distancias entre la dependencia policial y el lugar del suceso, los policías llegaron en cuestión de segundos y se toparon con la escena: las dos mujeres con manchas de sangre aún forcejeando.
Los agentes del orden lograron separar a las mujeres que estaban peleando. Como dato, la “clienta” -una mujer de 31 años de edad- todavía estaba en el Cobalt y cuando vio que llegaron los móviles policiales intentó escapar, pero fue interceptada a unos metros del lugar.
Luego de calmar los ánimos, los efectivos se entrevistaron con las involucradas y dispusieron que la agresora fuera trasladada a la dependencia policial de la calle 13, mientras que la víctima fuera trasladada al Hospital Regional para la curación de las heridas.
Según pudo saber este diario, a la vendedora le certificaron lesiones leves por un corte importante que sufrió en uno de sus brazos. Horas después, tras las curaciones correspondientes, recibió el alta médica y pudo retirarse por sus propios medios. Luego, radicaría la denuncia penal correspondiente.
En la continuidad de las acciones llevadas adelante por la Policía, los agentes de Criminalística llegaron al lugar donde ocurrió el hecho y secuestraron el cuchillo de cocina. En relación a la acusada, se supo que cumplidos los plazos legales, el Juzgado de Instrucción N° 3, dispuso que recuperara su libertad bajo caución juratoria.
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