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Hace 15 días, Alan Márquez, un camillero de 30 años, sufrió una caída desde un tercer piso de un edificio del barrio 400 Departamentos en la capital provincial.

Las múltiples fracturas fueron tan severas que, según los profesionales de la salud, su sobrevivencia era de por sí un “milagro”.

Con la región pélvica comprometida, el riogalleguense fue derivado al Sanatorio de la Cañada, en Córdoba capital, donde debía afrontar una cirugía compleja, de alta demanda técnica y con riesgos considerables, tanto por la magnitud del daño óseo como por su estado general.

“El impacto fue tan fuerte que la pelvis de Alan se desplazó verticalmente. Ahora, la operación consiste en bajar esa parte, acomodarla y fijarla a la otra parte con plaquetas y tornillos”, explicó, días atrás, Julia López, la madre del camillero.

Demora

La esperada intervención quirúrgica se vio dilatada por algunos días, inicialmente estaba prevista para este viernes 16 de mayo, pero se demoró por el retraso en la llegada de los materiales quirúrgicos.

Finalmente, este lunes a las 08:00, ingresó al quirófano y salió alrededor de las 17:00.

“Recién termina la cirugía, gracias a Dios está estable, con colocación de placas y tornillos”, adelantó Julia López a La Opinión Austral.

“El médico dice que costó mucho sostener el costado pélvico para la colocación de placa, la pelvis hace fuerza para volver a su lugar, espero que los tornillos resistan al hueso pélvico porque puede que no, eso sólo se verá con las horas, pero perjudicó el tiempo perdido”, explicó.

“Gracias a Dios resistió la operación”, celebró la madre.

EN ESTA NOTA Alan Márquez

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