Un hecho por demás extraño y peligroso se registró en las últimas horas, en Río Gallegos, cuando un hombre estaba circulando por las calles de la ciudad en estado de ebriedad y, en un momento dado, decidió estacionar para luego quedarse dormido.

El caso tuvo lugar en la madrugada de este martes en nuestra localidad y tiene como protagonistas a un hombre de 38 años de edad y a otro de 68. Ambos se quedaron dormidos, luego de que el auto en que andaban, frenó en el barrio 240 Viviendas.

Se desconoce desde donde venían los hombres y cual fue el recorrido en el que, potencialmente, podrían haber provocado un siniestro vial debido a la pérdida de reflejos producto del consumo del alcohol. Lo cierto es que, cerca de las cinco y media de la mañana del martes, mientras el personal de la Comisaría Quinta realizaba controles preventivos por su jurisdicción, notaron que, en un prolongado lapso de tiempo, un Peugeot 408 estaba estacionado, en marcha y con sus luces encendidas.

Esto llamó la atención de los agentes que se acercaron para ver si ocurría algo y se encontraron con la curiosa escena: los dos hombres se encontraban inconscientes en el interior y, luego de despertarlos golpeando uno de los cristales, estos reaccionaron y bajaron la ventanilla, los efectivos sintieron el fuerte aliento etílico.

Luego de constatar que no habían sido víctimas de ningún delito, invitaron al conductor a que detenga la marcha hasta la llegada de los inspectores del área de Tránsito Municipal. Los agentes llegaron momentos después, hicieron el test de alcoholemia al conductor que arrojó resultados positivos: 1,87 g/l, superando ampliamente el límite permitido y controlaron la documentación que el vecino no tenía. En consecuencia, incautaron el rodado

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