Your browser doesn’t support HTML5 audio

La Cámara Oral de la Primera Circunscripción Judicial condenó a David F., padre biológico de los niños, a 7 años de prisión, y a Roxana V., su pareja, a 12 años de prisión por los delitos de lesiones graves agravadas por amenazas, alevosía y malos tratos. Después de cuatro años de sufrimiento y una lucha incansable, los tres hermanos que fueron víctimas de brutales maltratos en “La casa del horror” de Río Gallegos finalmente obtuvieron justicia.

Los hermanos vivieron un infierno en su propio hogar. Sometidos a torturas físicas y psicológicas, fueron obligados a realizar acciones inhumanas, y sufrieron golpes y amenazas constantes. Sin embargo, en un acto de valentía, dos de los hermanos lograron escapar y denunciar los hechos, dando inicio a una investigación que conmocionó a Santa Cruz y el país.

“La casa del horror”: un caso que conmocionó a Río Gallegos

El juicio por este caso fue seguido de manera especial por La Opinión Austral, que quedó horrorizada al conocer los detalles de los brutales maltratos sufridos por los niños, con la marca latente del caso Abigail en Río Gallegos o el de Lucio Dupuy en La Pampa. Durante el debate, se escucharon testimonios desgarradores de las víctimas, quienes describieron en detalle el calvario que vivieron.

Roxana V fue condenada a 12 años de prisión. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

En la sentencia dictada por el tribunal conformado por su presidente Joaquín Cabral, y los subrogantes Eduardo López y Francisco Marinkovic, se reconoció la gravedad de los hechos.

La fiscal de Cámara Verónica Zuvic había solicitado 20 años de prisión, lo máximo que establece para este tipo de delitos y sus agravantes el Código Penal, La causa está caratulada como “Lesiones graves agravadas por amenazas, alevosía y reducción a la servidumbre, contra tres víctimas”.

La historia de los tres hermanos que escaparon de “La casa del horror”

David F. fue sentenciado a 7 años de prisión. FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL.

La huida y la denuncia: En el invierno de 2021, hartos de los abusos, dos de los hermanos lograron escapar y buscar ayuda en la Unidad Penitenciaria N° 15, cerca de la vivienda donde vivían. Sus testimonios, que incluían relatos de golpes, encierros, y hasta tratos inhumanos, desencadenaron una investigación y la detención de los acusados.

Desde entonces quedaron detenidos David F. (padre biológico de los menores) y Roxana V. (su pareja).

Se llevó a cabo un juicio en el que se presentaron pruebas contundentes, como los testimonios de los niños, los informes médicos y los testimonios de familiares. Los acusados, por su parte, ofrecieron versiones contradictorias y buscaron culpar a otras personas: la madre biológica y el padrastro.

camara-oral-oral-justicia-jueces-Joaquín Cabral Eduardo López Francisco Marinkovic
Joaquín Cabral, Eduardo López y Francisco Marinkovic los jueces de la Cámara Oral de Río Gallegos. FOTO: LEANDRO FRANCO / LA OPINIÓN AUSTRAL.

El único de los acusados en ofrecer su versión de los hechos fue David. Por recomendación de su abogado, Juan Botik, el padre biológico de las víctimas dio un testimonio tímido y casi endeble, sugiriendo que los niños podrían “haberse confundido de quienes eran sus agresores”, insinuando que los maltratos habían sido infligidos por su padrastro.

Roxana no habló durante el juicio. Solo mostró algunas muecas que iban desde la tristeza hasta el asco y frunció el ceño cuando escuchaba algo que no le gustaba. Su representante legal, Darío Mosso, le recomendó no ofrecer su versión y, en su lugar, se leyó la declaración que había hecho en la instrucción que realizó la jueza Marcela Quintana. En esa oportunidad, la acusada dijo que los niños podrían haberse lastimado solos porque “jugaban muy bruto” y también señaló a la madre biológica y al padrastro como los autores.

Los peritos que trabajaron en el caso, los familiares que ahora tienen la tenencia de dos de los niños y algunos testigos confirmaron los hechos. Incluso, durante el debate, muchos de ellos se quebraron al recordar y relatar lo que habían sufrido los menores.

La fiscal, Verónica Zuvic, cuando solicitó la pena de veinte años de prisión a los acusados. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Los tres sobrevivientes ejercieron su derecho a ser escuchados y todos coincidieron en detallar el infierno que vivieron, incluyendo las represalias inhumanas a las que fueron sometidos por, presuntamente, “haber hecho algo mal“, como por ejemplo haberse equivocado en las tareas para el colegio.

Maltrato infantil

Roxana, Darío Mosso, David y Juan Botik. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Tanto en los alegatos como en la previa al debate, la fiscal Verónica Zuvic y Jorge Godoy, el defensor del Niño, Niña y Adolescentes, habían coincidido en que este caso debería generar un cambio en la sociedad respecto al maltrato infantil que actualmente no tiene una legislación correspondiente a este delito.

Godoy, cuando visitó el piso de LU12 AM680 antes del juicio, había dicho: “Este es un mensaje para la gente que, todavía quiere levantarle la mano a un menor de edad” aseveró Godoy e invitó a la comunidad que, en casos como este, “ante la menor sospecha, denunciarlo. Esto pasó en pandemia y los chicos no estaban yendo a la escuela, sabemos que si ellos estaban yendo, esto podría haberse evitado”.

casa-del-horror-condenados-padre-madrastra-juicio-LF-3-728x410
Roxana, Darío Mosso y David escuchando los alegatos. FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL.

En el mismo sentido, una vez que se clausuró el debate de valoración de pruebas, Zuvic había indicado a la Decana de la Patagonia que: “En la Argentina es una cuenta pendiente. Esta puede ser una gran motivación para avanzar en esta cuestión. Es un sinsabor que el maltrato infantil no esté tipificado; no alcanza a reflejar el dolor que sufrieron las infancias. Muchas veces estos casos terminan con las víctimas muertas; el hecho de que eso no haya ocurrido hace que impacte aún más: un grupo de tres hermanos, cuatro años de mucho sufrimiento. Esto es un llamado a toda la comunidad para que un profesor, un médico, una mamá comprometida. Si vemos que un niño no está bien, no hagamos la vista gorda“, instó la funcionaria.

Nosotros lo único que queremos es estar en paz, que no nos molesten más” fue lo que dijo el mayor de los sobrevivientes durante el juicio. Gracias a su valentía, él y sus hermanitos podrán cerrar un triste y lamentable episodio en sus vidas tras conocer el fallo

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios