Cerca de las 11 de la mañana del viernes, dos delincuentes encapuchados ingresaron armados a la joyería “El Rubí”, ubicada en la calle Mitre al 200 de la localidad chubutense. En poco tiempo, redujeron al dueño, lo encañonaron y lo ataron con cables en el fondo del local.

El dueño de la joyería fingió un infarto
Mientras los malvivientes guardaban joyas, relojes, alhajas y plata en efectivo en una mochila, el propietario del negocio fingió un infarto y consiguió que finalmente huyeran asustados. Minutos más tarde, uno de los delincuentes fue detenido en Pietrobelli y Ameghino Norte, en el barrio Oeste, mientras intentaba deshacerse del botín.
“No tenían experiencia”, aseguró poco después en declaraciones a El Chubut, al tiempo que sostuvo que había un tercer ladrón que hacía de “campana” a pocos metros del lugar. Además, el hombre cree que el revólver que utilizaron para amenazarlo era de sólo una réplica.
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