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Una decisión gubernamental que resuena con fuerza en cada rincón del país y que ya genera un profundo lamento y una considerable incertidumbre. Con la publicación en el Boletín Oficial de los decretos de desregulación, el Gobierno Nacional ha avanzado con la disolución de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Este organismo, que desde su creación ha sido un pilar fundamental en la lucha contra la siniestralidad vial en Argentina.
En diálogo exclusivo con LU12 AM680, María Sanz, subsecretaria de la Agencia Provincial de Seguridad Vial de Santa Cruz, expresó el sentir de gran parte del país. “Lamento y creo que todas las provincias estamos en la misma situación lamentando profundamente este atropello“, afirmó Sanz, visiblemente afectada por la medida.

La funcionaria santacruceña remarcó que esta disolución se da sin una justificación aparente, a pesar de que la ANSV “desde que se crea con el correr de los años ha mostrado ir con resultados genuinos en seguridad vial en la disminución de la siniestralidad, el trabajo en conjunto con las ONGs, el ser el rector de la seguridad vial a nivel nacional“.
Lo más llamativo de este decreto, según Sanz, es que “en ningún lado habla de seguridad vial, solamente la disuelve porque sí  y la cambia a un escritorio”. Esta metáfora del “escritorio” grafica el despojo de una entidad que unificó el sistema nacional de licencias y coordinó políticas públicas con las provincias.
Un organismo que nació de la tragedia y el compromiso federal.

El comienzo

Para comprender la magnitud de esta disolución, es crucial recordar los orígenes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. María Sanz, con la autoridad que le dan años de trabajo en el área, enfatizó que la ANSV “nació del dolor”. En 2007, a raíz de “hechos precisos que iban sucediendo que hacían que evidentemente estaba todo descontrolado“, y tras el “convenio federal de la seguridad vial”, los gobiernos provinciales, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el gobierno nacional se “comprometieron a trabajar en pos de la vida por la seguridad vial de acuerdo a la tragedia”. Antes de su creación, la situación era caótica, y la mayoría de las provincias carecían de agencias o dependencias dedicadas al control vehicular.
La funcionaria subrayó la paradoja y el dolor que implica que una institución creada a partir del sufrimiento colectivo sea desmantelada con ligereza. “Qué paradójico que de algo que generó nació del dolor se se rompa con festejo“, lamentó Sanz, haciendo referencia a la actitud de ciertos voceros oficiales que, según sus palabras, celebraban la medida. “El vocero presidencial, riéndose, tomando jocosamente este decreto en el cual rompen todo”, agregó con indignación. La subsecretaria incluso mencionó una burla sobre una “fiestita” por la disolución, a la que no la invitaron, un detalle que resalta la falta de empatía con el trabajo y el impacto de la agencia.

El impacto

Mientras la Agencia Nacional se disuelve, las Agencias Provinciales de Seguridad Vial como la de Santa Cruz, continúan su labor. Sanz explicó la diferencia: “Nosotros en Santa Cruz tenemos la Agencia Provincial de Seguridad Vial, que es una subsecretaría y que depende del

María Sanz, hablando con La Opinión Austral. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

. Son dos cosas administrativamente completamente diferentes, políticamente diferentes”. Sin embargo, destacó que la coincidencia siempre estuvo en “el trabajo común por las políticas públicas en seguridad vial”, laborando en concordancia con la Agencia Nacional para unificar criterios.

La funcionaria recordó la importancia de la continuidad institucional: “las instituciones deben continuar más las que nacieron como esta de la tragedia y con resultados positivos a medida del transcurso del tiempo”. Aunque la “transferencia” de funciones y el traspaso es un proceso que tardará “varios meses”

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