Dos menores de edad debieron fijar domicilio por un robo perpetrado con un arma blanca a una verdulería, y de donde se alzaron con un botín de 6 mil pesos. Días después, el padre de ellos los entregó a la Policía y reintegró el dinero sustraído.

Un vecino de la ciudad portuaria entregó a sus hijos de 15 y 17 años a la Policía, luego de ver que ellos habían robado un local comercial con un arma blanca hace unos días.
En un acto digno de remarcar, fue el padre de los dos menores quien se presentó en la jornada del miércoles en la Seccional Primera de la ciudad, junto a sus dos hijos, para manifestar que ellos fueron quienes, hace unos días, habían ingresado a la verdulería “Gaiman” de la localidad para sustraer unos 6 mil pesos de la caja registradora.
Fuentes policiales consultadas por La Opinión Austral indicaron que el hecho tuvo lugar en horas de la mañana del pasado martes, cuando dos sujetos, uno encapuchado y uno con una máscara de un diablo, ingresaron al local ubicado en la zona céntrica de la ciudad portuaria y, a punta de un arma blanca, amedrentaron a la empleada de la verdulería exigiéndole el dinero de la recaudación para luego alejarse del lugar en una moto.
Ante esta situación, los efectivos policiales de la Seccional Primera llegaron a la verdulería junto a sus pares de la División Criminalística para entrevistar a la empleada y comenzar con las diligencias de rigor realizando una inspección ocular, tomando una secuencia fotográfica y entrevistando a los vecinos de casas lindantes para preguntarles si habían visto el momento en el que se perpetraba el delito.
Si bien en un principio todo parecía marchar bien para los pequeños maleantes, todo cambió cuando el padre de ambos notó que sus hijos manejaban dinero que él no les había dado. Luego de indagarlos, ambos reconocieron el hecho y, ante esta situación, el enojado padre se acercó a la dependencia policial más cercana para reconocer el hecho que sus hijos habían perpetrado.
El padre se acercó a la Primera junto a sus hijos y con parte del dinero que habían sido sustraído, el faltante después fue repuesto por el papá de los malvivientes, y los menores fueron identificados por los agentes policiales.
Al tratarse de chicos de menos de 18 años, debió intervenir el Juzgado del Menor de la ciudad, quien dispuso que ambos solamente fijen domicilio.
Durante los procedimientos para tratar de identificar a los jóvenes intervinieron todas las unidades operativas de la Policía sanjulianense, tanto como el Comando Radioeléctrico, la Dirección de Investigaciones (D.D.I) de la localidad y de las seccionales Primera y Segunda.

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